Luego de unos meses difíciles, volví a casa para Navidad dispuesta a recargar energías y consolidar un cambio … Chateando con una amiga, dije en broma “Ojo que cuando me veas quizás soy rubia!” y ella me contesto “No! Pelirroja!” y así empezó todo…
Hay personas que cambian su aspecto (color, corte, tatuajes, ropa) constantemente y sin importarles el “qué dirán”… Cómo las envidio! Toda mi vida estuve ATERRADA de hacer un cambio en mi look y mucho más de algo tan “radical” como cortarme o cambiarme el color de pelo…
Así que siguiendo mi consigna de los últimos años de soltar en vez de paralizarme cuando algo me aterra (ver articulos "Perdiendo el control…" y "Aprendiendo a fluir… y a navegar"), decidí que este era el momento ideal para probar (no es algo tan “radical” después de todo y de última, podía volverlo a mi color al mes antes de volver a Boston). Sin embargo, una vez tomada la decisión, seguía pidiendo opinión (o validación?) a toda persona que se me cruzaba por delante. Aparecer un día pelirroja era definitivamente un cambio del que todos se iban a dar cuenta y todos iban a tener una opinión y esa opinión, me aterraba. Pero por otro lado, justamente hacer un cambio que se notara era lo que yo quería y si yo me sentía bien, por qué habría de darle tanta importancia a lo que otros opinaban? Me empecé a preguntar que era a lo que realmente le tenía miedo. Y me di cuenta que era algo muy muy básico: “Si a alguien no le gusta, me va a dejar de valorar y hasta de querer!” Por más tonto que suene, la necesidad de agradar a todo el mundo era lo que me frenaba.
Una vez identificado mi miedo, decidí que no tenía sentido y que debía seguir para adelante… Lo que no significa que el pánico se fuera! Un mes después, cuando tuve que volver a hacerlo, volvió todo de nuevo y decidí volver a hacerlo y quedo más claro (por lo que todo el mundo podía volver a decidir si le gustaba o no!). Hoy que tuve que hacerlo por 3ra vez, también… El pánico de que a la gente no le gustara o “me gustaba más el anterior” sigue ahí… Pero por suerte, cada vez mas chiquito…
Otto Scharmer habla de construir prototipos de lo que queremos lograr (ver artículo "Abrazos gratis en MIT") : algo chiquito que nos permita salir del estancamiento y empezar a actuar para que poder ir modificando sobre la marcha… Nunca vamos a tener toda la información para actuar con total certeza así que dado que vas a cometer errores, mejor que sean temprano y pequeños! Este cambio de look para mí fue eso: un prototipo de la nueva persona que quiero ser y una forma concreta y constante de enfrentarme a mi mayor miedo: que me dejen de querer.
No aprendemos en abstracto. Necesitamos involucrar nuestros cuerpos. Hoy, hay algo que tú puedas hacer para enfrentar tu mayor miedo? Algo chiquito, en un ambiente controlado que te sirva de primer paso…
- Si te paraliza ser vulnerable, de qué manera puedes exponerte un poquito?
- Si te paraliza la inseguridad, hay alguna forma de salir un poco de tu zona de confort?
- Si te paraliza el compromiso, hay algún pequeño compromiso que puedas tomar como primer paso?
- Si te paraliza la pérdida de control, de qué manera puedes dejar de controlar algo?
- Si te paraliza equivocarte, de qué manera puedes tomar un pequeño riesgo?
Fuente: Liderazgo Auténtico