Previa presentación de la mano de Juan Antonio Arrieta, Director de Lan Ekintza, que enmarcó la acción dentro de las numerosas e interesantes actividades de la institución que preside, nuestro compañero de proyecto y sabio maestro José Antonio González (Sycom), nos volvió a dar una lección emocional y emocionante, hablándonos de las Competencias Emocionales del Directivo, ilustrándolas con sencillos y potentes ejemplos, en la línea de lo que pretendemos que sea nuestro innovador proyecto.
Dejó muy claras José Antonio la importancia y la incidencia de las emociones en general y específicamente, del autoconocimiento, la regulación emocional, la comunicación y la escucha, el conocimiento mutuo y el trabajo en equipo, así como la automotivación o automotivACCIÓN (Como nos gusta llamarlo a los que estamos en esto), en la vida en general y en la vida de la empresa en particular, arrancando el consenso unánime de la mayoría del entregado auditorio, que quedó maravillado de la sencilla intensidad de las palabras de este gran maestro de la inteligencia emocional.
Independientemente del mayor o menor acuerdo con la parte conceptual o metodológica del uso de las competencias de la inteligencia emocional en la innovación personal y el cambio en las relaciones empresariales y laborales en general, es necesario, obligado incluso diría yo, decir que este proyecto está ideado, desarrollado y construido desde la idea de que la suma, la colaboración, el respeto a las ideas de otros, el enfoque múltiple a la hora de acometer la solución y mejora de los problemas, el Amor, -si,… he dicho Amor-,… a las personas, al mensaje que transmitimos, a nosotros mismos y a nuestros ideales, son el único modo de mejorar y hacer crecer al ser humano y a las organizaciones de cualquier tipo que formemos cualquiera que sea su fin.
Pero lo que empezó como un proyecto de algunos idealistas, mirado algunas veces con recelos (Por otro lado comprensibles) por algunos otros, se ha convertido en algo que trasciende más allá del propio proyecto concreto y que ha cambiado a las personas que trabajamos en él en muchos aspectos.
Se ha creado un equipo, sin buscarlo específicamente desde el principio y hemos conseguido, a base de dar generosamente, crear una red basada en la igualdad, en la confianza, en el cariño entre las personas, el respeto y uso de la diferencia como riqueza impagable, que se ha convertido en una de las mayores aportaciones recibidas por quienes hemos dedicado algunas de nuestras horas a este proyecto.
Más allá del propio proyecto en sí, se ha creado una tela de araña de interrelaciones que nos hace pensar en un futuro diferente, en un tipo de organización “de otra manera” con otras bases socioeconómicas, fundamentada en las personas y su desarrollo “de verdad”, con responsabilidad social en cuanto a misión y valores; un equipo de personas que ayudan al desarrollo de otros desde el autodesarrollo, desde dentro hacia fuera, en la creencia de que lo importante es SER y que a ser persona se aprende hasta que se deja de SER, como ya nos dejó claro José Antonio el pasado viernes.
Creo firmemente que esto es el principio de algo mucho más grande, basado por fin –y perdonadme la osadía- en las personas y las emociones, en el desarrollo personal y en la mejora constante, libre y voluntaria de cada uno de los que nos enredamos en esto; un proyecto cooperativo y colaborativo que trasciende el propio proyecto en sí y que busca el trabajo con el interior de los seres humanos, para prepararnos y ayudar a otros a prepararse de verdad para liderar los procesos de cambio organizativo que se avecinan,… que ya están aquí.
En cualquier caso, hay que ir paso a paso y ahora nos toca plasmar todo el trabajo de preparación, toda la ilusión que tenemos en ello y toda la emocionalidad que carga nuestras pilas para apoyar a las personas con las que nos vamos a encontrar en pocos días en la primera experiencia práctica de nuestro Barnetegi,… y no hay duda de que estamos seguros de que saldrá bien.
Os iré contando la evolución de “la criatura” y no dudéis en preguntarme si hay algo que os apetece saber.
Sirva este post también como agradecimiento y reconocimiento público a vosotros, mis compañeras/os de equipo y ya amigas/os, por todo lo que me habéis dado en este tiempo de trabajo juntos y por todo lo que compartiremos en adelante. Este proyecto ya ha merecido la pena,… Gracias:
Nekane Aróstegui (Lan Ekintza)
Olga Gómez (Consorcio de Inteligencia Emocional)
José Antonio González (Sycom)
Juan Mari Insunza (PMP)
Bharat Martín (Escuela de la Risa Inteligente)
Ricardo Sánchez (Hz Consultoría)
Tomás Elorriaga (Banpro)
Aiuola Pérez (Habla y Disfruta)
Eduardo Dulanto (Ideo Consultores)
Fuente: COACHING PRÁCTICO