Esta distancia es como en un plan de dirección por objetivos, objetivos retadores pero alcanzables pues si no minamos la moral. Con nuestro self lo mismo, sueños retadores y alcanzables, pues si no devaluamos nuestra autoestima. Por lo tanto estamos diciendo que nuestro self es material frágil y delicado, y debemos protegerlo. Algunos lo hacen muy bien, lo protegen tanto que lo pierden de vista y ya no lo encuentran más. Viven en sus devaneos ilusorios, rodeados de fantasías animadas que les hace ser felices. Otros, lo protegen continuamente pero saben donde está, con lo que son conscientes de su discrepancia y sufren mucho. Pero el sufrimiento les paraliza, y por lo tanto esa situación se convierte en crónica. Y por último están quienes lo tienen a mano, quienes lo enseñan, quienes son transparentes, quienes logran plantearse sueños y deseos alcanzables y luchan por ellos.
Fuente: Talento y Coaching