El Alma susurra en el silencio; sólo hay que escucharla y seguir sus impulsos.
Cuando hablamos de CONSTELACIONES no hablamos de astronomía; hablamos del Alma.
Hablamos de la Gran Alma que engloba a otras almas menores, hasta llegar al Alma individual.
Las Constelaciones Familiares tienen este nombre porque la posición de los representantes se asemeja a una constelación estelar.
Los «Movimientos del Alma» :
Los «Movimientos del Alma» siempre llevan a la reconciliación y a la integración de todos los miembros del grupo, y al mismo tiempo nos hacen conscientes de la repercusión que nuestros pensamientos, palabras y obras, tienen en el Universo.
En el ámbito vital personal, las Constelaciones tratan de temas de vida o muerte, porque la vida la recibimos de nuestros padres y la transmitimos a nuestros hijos.
Si rechazo a mis padres, estoy rechazando la vida.
Aunque parezca lo contrario, mantenerse en el sufrimiento es más fácil que afrontar lo que ocurre y aceptarlo; por eso, cuando somos adultos, con frecuencia preferimos mantenernos en el papel de víctimas.
Si hacemos responsables a los demás de todo lo que nos sucede, podemos considerarnos inocentes a nosotros mismos. Pero este es un problema que hemos de sanar.
En cuanto a la relación de pareja, Bert Hellinger dice que …»No hay nada más bello que la pareja, el gran aprendizaje.» El aprendizaje en el sentido más amplio de la palabra: Amor, Aceptación, Paciencia, Tolerancia, Agradecimiento, Ayuda, Comprensión, Comunicación….
El Maestro Jesús dijo: «No juzguéis…». Durante la Constelación (al igual que en el día a día), debemos evitar los juicios hacia otras personas. Partimos de la base del respeto. Sin embargo, cada uno debe reconocer sus errores y asumir sus responsabilidades. El hijo no debe cargar con responsabilidades que corresponden a los padres, pero sí debe honrarles como padres y fuentes de vida, con el fin de que también los padres puedan bendecir al hijo con Amor.
Este es un nuevo nivel de vinculación que muestran las Constelaciones Familiares. De esta manera, el hijo permanece vinculado a sus raíces sin quedar atrapado en culpas que no le corresponden.
Últimamente se tocan muchos asuntos, que tienen que ver con karmas, tanto individuales como familiares, provenientes de vidas anteriores, en las que el alma sufrió lesiones que no pudo sanar. En estos momentos, se nos ofrecen las Constelaciones Familiares para poder ahora sanar y recuperar al alma, de las lesiones causadas entonces.
¿Qué beneficio se obtiene con las Constelaciones Familiares?
• Las Constelaciones Familiares dan luz sobre nuestros problemas.
• Las Constelaciones Familiares mueven los hilos invisibles que nos unen.
• Las Constelaciones Familiares reordenan los órdenes del Amor.
• Las Constelaciones Familiares nos liberan de las cargas que no nos corresponden.
• Las Constelaciones Familiares incluyen y reconocen a todos los miembros del grupo familiar.
¿Cómo se realiza una Constelación Familiar?
En general se trata de una terapia grupal; por eso de acuerdo con cada caso en particular, después de escuchar al interesado sobre cuál es el núcleo principal del conflicto, el terapeuta le pedirá que elija entre los participantes, a las personas que representarán a los miembros del grupo involucrados en el conflicto que se pretende sanar.
Le pedirá también que ubique intuitivamente a cada representante dentro del círculo y en relación a los demás, y que se retire a observar.
A los representantes se les pide que, permaneciendo en el lugar donde han sido colocados, se relajen y que respirando lentamente imaginen que son aquellos a quienes representan.
Y aquí nos surge una pregunta sobre los representantes: ¿cómo saben lo que tienen que hacer, si no conocen a las personas a quienes representan?…
Todo en los Universos conocidos o desconocidos vive y se mueve dentro del campo A, según dicen los físicos cuánticos. Es como el agua para el pez. Ahí existe todo, tanto lo físico como lo etérico, lo material como lo espiritual.
Los representantes y los representados tienen a su disposición la misma información. De todos modos no importa; lo interesante es que, ¡lo saben sin saberlo!…