Otra realidad que está presente en el matrimonio y en la pareja, como ya lo mencione anteriormente, es la propia infancia, donde muchos de los modelos con los que actuamos tienen su origen e influyen poderosamente sobre nuestra manera de relacionarnos.
Por eso conviene y mucho, ante una crisis de pareja, mirar hacia nosotros/as mismos/as, para encontrar las respuestas que seguramente no vamos a encontrar fuera.
Por ejemplo, es en nuestra infancia donde se ha construido la imagen de la pareja ideal que tenemos, pero conjuntamente, los miedos que queremos esconder, las necesidades que queremos satisfacer, las carencias que queremos compensar. Todo esto suele mantenerse muy oculto para nosotros mismos, ya que nos han enseñado también desde pequeños, en la escuela de la vida social, que suele ser muy impositiva, que todo está bien, que no tenemos problemas, que todo depende de la persona que podamos encontrar, o muchas veces de la suerte que tendremos.
Nos ha inculcado desde el maestro de escuela, hasta los anuncios comerciales de Dolce & Gabana, que todo lo podemos conseguir, fuera de nosotros, adquirirlo, y nadie nos ha dicho que la felicidad y el crecimiento está dentro de nosotros, por eso nos hemos descuidado de mirar a nuestro interior, a nuestras verdaderas necesidades, y cuando lo queremos hacer, nos invade el miedo de lo que vamos a encontrar, y pensamos que el problema nos nuestro sino que depende de los demás, de la cuenta corriente, o de la suerte.
Por eso, quizás el primer paso sea, mirarnos con cariño, aprender a no juzgarnos, descubrir que somos ese niño/a asustado/A y necesitado/a de cariño, que aún tiene que aprender, y que sabe mejor que nadie lo que realmente necesita. Una mirada a nosotros mismos que esté libre de enjuiciamiento y condena, y llena de comprensión y amabilidad, ser amable contigo mismo/a. Reconocer que el principal y más importante amor que debes de tener ahora que eres adulto/a es el amor de ti mismo. Es la base fundamental de tu felicidad y el fundamento de cualquier cambio que quieras dar a tu vida.
Evidentement, llegar a este punto, desde una relación que nos produce dolor y frustación, a la conciencia de que para sanar esa relación es necesario sanar aspectos esenciales de nuestra vida, es un camino que requiere coraje y dedicación, y especialmente valorar que vale la pena hacerlo, que merecemos no solamente tener una relación sana sino también ser felices y ser personas realizadas y plenas.
Por eso el punto de partida es la experiencia personal, interior, nuestro yo profundo, nuestro niño interior, nuestro auténtico yo o como quisieramos lllamarlo, per esa realidad que nos sostiene y que es lo esencial de nuestra persona. Pasar por esata vida sin haber descubierto verdaderamente quienes somos es como no haber vivido por muchas experiencias o relaciones que hayamos tenido.
Probablemente en esta perspectiva nueva y auténtica, nos demos cuenta que elegimos a nuestra pareja por unas necesidades desconocidas y le otorgamos un poder sobre nosostros que no era sano tal vez haya que dejar esta relación pero sera desde el convencimiento de que es lo mejor para los dos, o si puede continuar saber poner los límites y las condiciones y exigencias que el amor por nosostros mismos requiere.
Finaliza este tema por ahora, seguramente tendrá relación con el siguiente.
Puedes ver el video que he colgado sobre lo que aprenden los niños.
Fuente: ÉTICA Y CRECIMIENTO PERSONAL