El neurótico y la neurosis

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Os acerco una primera definición (en parte extraída de Ángeles Martín) sencilla, directa y comprensible con facilidad, sobre un término muy difundido, y la visión de éste desde la Terapia Gestalt. Me refiero al NEURÓTICO y a su neurosis.
NEURÓTICO es aquella persona que continuamente está interrumpiendo el proceso de formación y de eliminación de gestalts. No percibe claramente cuáles son sus necesidades-emociones y cómo satisfacerlas. Y si acaso se van clarificando y haciendo éstas más nitidas, trata de ignorarlas reprimiéndolas o negándolas (debido a su dificultad de contacto con el campo, o a sus mecanismos neuróticos de represión, como son: la introyección, la proyección, la confluencia, la retroflexión, el egotismo). Esta forma de actuar le hace perder la oportunidad de completar sus gestalts y, por tanto, de satisfacer sus necesidades. Esto le crea un estado de insatisfacción continuo.
«Nunca» (muy frecuentemente) le parece bien lo que hace o realiza; muy a menudo (casi continuamente) está descontento, y haga lo que haga suele terminar con una sensación de insatisfacción consigo mismo y con los demás. De esta manera, sus intercambios con el ambiente suelen ser pobres y deficientes, no correspondiendo a obtener lo que necesita o a lo que desea en cada momento.
La persona neurótica muestra dificultades en su inicio en el darse cuenta de cuáles son sus necesidades dominantes, especialmente cuando éstas entran en conflicto con las necesidades del otro (las demandas del mundo exterior, como de los padres, pareja, hijos o del ambiente de trabajo) y la persona se siente incapaz de distinguir cual es la necesidad dominante: si la suya o la de la sociedad o comunidad (refiriéndonos a las personas pertenecientes, por ejemplo, a los grupos más arriba nombrados). La persona, cuando le surgen estos conflictos y desequilibrios entre ella y las necesidades sopuestas de «la sociedad», precisaría de tomar una decisión concreta, y llevarla a cabo, pero en ocasiones no puede o no quiere enfrentarse con la duda continua (de qué hacer, qué opción tomar) y, finalmente se muestra con insatisfacción por la opción tomada (a veces sea cuál sea ésta) y la persona y el ambiente de ésta pueden verse afectados.
Perls (1975) pensaba que la NEUROSIS se desarrolla cuando los mecanismos de contacto con el medio se alteran. Es decir, cuando no se tienen claros los límites de contacto con el campo (del campo organismo-entorno) en que se vive y relaciona uno (en cada aquí y ahora). Cuando los límites de contacto no están claros para la persona, puede ocurrir que los mecanismos homeostáticos (de reestablecimiento del equilibrio de necesidades) o de autorregulación no funcionen adecuadamente impidiendo el desarrollo natural en el individuo, y su intercambio de una forma sana (adaptativa para el sujeto) con su entorno, o también puede ocurrir que la persona no pueda/no realice las acciones que necesitaría para restrablecer dicho equilibrio.
El neurótico, como veíamos, no puede ver claramente son sus necesidades o no puede afrontar la forma de hacerlo, y cómo consecuencia de ello no puede satisfacerlas adecuadamente. A menudo se desvaloriza tanto frente a la sociedad (a los otros) qe se siente incapaz de ejercer ninguna acción para transformarla (o vivirla de otra forma). No es capaz de ver sus necesidades, y si las ve «no se atreve» a realizar ninguna acción que le conduzca a satisfacerlas.
El neurótico ha perdido (no ha desarrollado o no tiene) la habilidad de organizar su comportamiento de acuerdo a una jerarquía indispensable de necesidades (emocionales, sociales, físicas…): NO LAS VIVIDAS COMO IMPUESTAS POR EL OTRO y, en realidad experimentadas como PERJUDICIALES PARA SÍ MISMO, no de acuerdo a las necesidades introyectadas como «adecuadas», marcadas por los agentes sociales (padres, profesores …), en su cuestionamiento de la realidad y de la interpretación de ésta, según su propio criterio como adulto que es.
Tiene grandes dificultades para concentrarse a la hora de tomar decisiones que le afectan a él y a otros, porque está «rumiando» los asuntos pendientes: aquellas necesidades pendientes, no satisfechas, que lo mantienen anclado en ésto, dificultándole la posibilidad de concentrarse en otos aspectos.
— Necesita aprender a distinguir las diversas necesidades que surgen en su organismo para atenderlas sucesivamente. Para ello es imprescindible que aprenda a ir comprometiéndose totalmente y en cada momento con lo que está experimentando y haciendo, sin huir.
— Es importante que aprenda a descubrir sus necesidades y a identificarse con ellas. Es un proceso de aprendizaje de quedarse en una situación (no a través de la palabra, sino de su vivencia) el tiempo suficiente para completar la gestalt (necesidad), y después, una vez concluida, seguir adelante con otros asuntos.
Para poder permanecer el tiempo suficiente con una situación (sin huir de la emoción, del darse cuenta), poder descubrir de ésta lo que hay en ella importante para la persona, identificarse y comprometerse con la situación y sus necesidades, habrá de trabajar la angustia que éstas vivencias le producen (y los mecanismos que le impiden el contacto, el darse cuenta, llegar a la acción, completarla y asimilar todo el proceso vivido y el cambio).
—Aspectos todos ellos que la persona trabajará en sus sesiones de terapia con su terapeuta.

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