Todo lo que se hace bien, se hace en relación a un objetivo determinado, es decir, nadie actúa sin un plan, a no ser que sea un comportamiento informal con finalidad de ocio, pero hasta el ocio se planifica.
A nivel comunicativo, nos podemos plantear una serie de objetivos a la hora de realizar la labor comunicativa:
1. Planteamiento en positivo de lo que queremos transmitir y a quién o quienes queremos comunicar.
2. Chequear a través de los cincos sentidos lo que estamos haciendo antes de hablar, durante el habla y al final de la misma, autoevaluarnos para ser conscientes de la comunicación. La evaluación en términos de mejora, no en términos de censura o castigo.
3. Que el proceso de comunicación dependa de usted y no de terceros, tiene que ser capaz de su propia autonomía y responsabilidad a la hora de hablar.
4. Prima además de la propia consciencia comunicativa, la flexibilidad en el momento, útil para la corrección, de hacer algo distinto si no vemos los resultados deseados en la comunicación.