EN DEFENSA PROPIA. LA PELÍCULA

En Defensa Propia

Miguel Oscar Menassa no es un director al uso, y no lo es porque está tocado por la poesía y por el psicoanálisis, eso es siempre una ventaja para producir un cine novedoso, inesperado, pero también necesario. Desde que este gobierno subiera al poder, hemos sufrido de su sórdido silencio. No hay más que recordar la rueda de prensa primera que realizara el presidente Rajoy, donde no se permitió preguntar a los periodistas. Ustedes escuchen, pero no pueden hablar. Esa suerte de mordaza, solo la puede cortar un poeta. Los mineros recorren la ciudad de noche con sus luciérnagas cefálicas encendidas, los sindicatos convocan huelgas generales, los funcionarios se manifiestan a su hora del desayuno en todos los juzgados de Madrid, etc., etc., pero ¿quién denuncia lo que aquí está pasando? ¿quién pone palabras a la ignominia? ¿quién alza la voz para decir la verdad de la verdad? Ese tiene que ser el poeta.

Si les prometo algo, dice Menassa en la película, es que aquí, conmigo, se puede conversar. Vamos a conversar. Y eso es la película, una conversación: la voz de los niños a los que se quiere privar de sanidad y educación, dejándolos sin futuro, o en manos de sacerdotes perversos, la voz de los trabajadores (“Queda detenido por trabajar en este país”, dice uno de los policías de la película) y es una ironía, pero también es una verdad, que en este país en lugar de premiar el trabajo, se castiga al trabajador: sin paga extra, con aumento de horas de trabajo, con bajada de sueldo, y eso sólo para el afortunado que puede trabajar, seis millones no tienen siquiera la suerte de ser explotados .
Los ancianos, maltratados, con recortes en las pensiones, con medicamentos de uso habitual que dejan de tener cobertura social, también tienen su voz en esta película: ¡Vamos a reventar el régimen militar que nos quieren imponer para vivir la vejez! ¡Hemos descubierto que nos quieren liquidar, no tanto porque nos odien, si no porque no habrá pan! ¡Queremos decirles a los señores ministros que pan ya hemos conseguido y es por eso que venimos, para pedir libertad! Y por si alguien se había olvidado, después de siete meses insufribles de gobierno de lo que era la libertad, esa palabra tan lejana, viene el poeta Tuñón a decírnoslo: ¡Nosotros tenemos vergüenza, pero la libertad, no la tiene!
Los inmigrantes también hablan aquí, esos que tantas veces nos recibieron en su país con los brazos abiertos y que son absolutamente necesarios para mantener la natalidad decadente de una España que ya no sabe lo que es una familia numerosa autóctona. “El extranjero Juan no tiene nada, todo lo dio por un papel” y muere desnudo el personaje, ahí, frente a los ojos desorbitados del espectador. Esa desnudez es la nada de nada en que se deja a los que han venido a probar fortuna en nuestro país y es la nada de nada de la muerte.
El psicoanálisis está presente todo el tiempo interpretando la realidad: La relación de Merkel con Rajoy, es, en realidad, una relación homosexual. Alemania nos quiere “romper el culo”, dice uno de los ministros. La película nos lo muestra magistralmente. También nos muestra, en el consejo de ministros, como hay un goce, un regocijo en el ejercicio de la tortura, sólo un gobierno de sádicos podría haber impuesto al país estas medidas: “Rajoy, tienes que hacerte un macho, porque al pueblo español hay que apretarle el cogote hasta que ya no quede nada del pueblo español”, denuncia el poeta.
Y nos dice también: A la vejez nunca más un goce le quitarán. Económicamente, este gobierno lo ha hecho todo al revés, no lo digo yo, lo dice el Premio Nobel De Economía: en lugar de invertir, recorta, en lugar de crear empleo, lo destruye, en lugar de promover el consumo, asusta a la población, recorta salarios, todo para que se detenga el consumo interno, sin el cual no es posible salir de la crisis. La OMS también tuvo que intervenir, diciendo que la actuación de Rajoy era inadmisible porque arremetía precisamente contra los más débiles y desprotegidos y porque aumentaba en un 21% la población en situación de pobreza. Por eso, el poeta propone invertir: “Con los últimos 1400 euros que nos quedan, después de 60 años de trabajo, haremos una fiesta” Y eso es esta película: una fiesta, donde se dice que los viejos (todos lo seremos algún día) pueden gozar de la poesía, de la pintura, del baile, de la música, del canto… Una fiesta donde se deja hablar al pueblo, como en las fiestas antiguas se dejaba hablar al borracho para que dijera la verdad, y si el pueblo habla, es porque hay una escucha, solo una escucha permite la producción de un discurso. “Al mundo le falta un tornillo, que venga un psicoanalista, pa ver si lo puede arreglar”•
Se podrían decir muchas más cosas de este excepcional film, valiente, con un poco de veneno, inteligente, irónico, como dicen las advertencias para verla, pero eso sería otra película, terminar diciendo que, además, realiza un deseo de muchos: Rajoy, perseguido por la señora muerte, es alcanzado y recibe su beso letal, cayendo en el instante, virando al gusano, como diría Tuñón, el gran poeta, por esta muerte política (mejor que se dedique a otros menesteres) y porque la película es la voz de los oprimidos, estamos seguros de que triunfará.
Alejandra Menassa de Lucia

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