Cuando era pequeña y me hablaban de los grandes genios de la humanidad creía que eran personas tan inteligentes que ser genio no se hace, si no se nace.
Así que un día me propuse estudiar sus biografías para entender que tenían de diferente. Lo que encontré fue mucha pasión, un sueño y paciencia.
Todos tenían una pasión por descubrir, aprender o inventar. Su pasión era tan intensa que les daba el impulso y la motivación necesaria para seguir.
Muchos de ello vivieron en épocas muy difíciles. La mayoría no encontraba el apoyo exterior que necesitaba pues hasta ese momento nadie les consideraba genios.
Es allí donde la paciencia daba como resultado la persistencia, cualidad que todos poseían.
El grado de inteligencia que llegaron a alcanzar fue gracias a la motivación de tener un sueño. Una herramienta muy valiosa la imaginación, capacidad que todos tenían muy desarrollada y alineada hacia obtener soluciones.
La persistencia por conseguir ese sueño fue gracias a la conciencia de saber lo que eran, lo que querían y hasta donde querían llegar. Algunos de ellos les falto tiempo pues murieron con múltiples proyectos, estudios o preguntas en busca de respuestas dejándonos así una gran herencia de valores, inventos, aportes a la humanidad, ideologías más positivas y esperanza.
Son grandes ejemplo de que los sueños se pueden alcanzar. Aunque para ello debes estar despierto, ser consciente de que estabas soñando y que es tiempo de empezar a preparar tu plan de acción, trazar las líneas del camino que has de pisar para llegar hasta tu objetivo.
Vive tu sueño intensamente, tal vez el día de mañana sin pensarlo entras en la lista de los genios de la humanidad.
Si me permites un consejo: Mientras estés caminando mantente despierto y no te olvides de disfrutar.
Fuente: COACHING MOTIVATE COACHING