Inteligencias Emocionales

7011ba81812688f0cba6e9d196ac68a3 Ya ha bajado el nivel de adrenalina y va quedando el poso “real” de una interesante mañana de trabajo intenso y “emocional” en “nuestra” sede (Ya es como nuestra casa) del Consorcio de Inteligencia Emocional de Innobasque.

Para quien no lo sepa, nos juntamos desde hace un tiempo un grupo de personas interesadas en el área de la Inteligencia Emocional, preocupados por expandir y popularizar –en el más amplio sentido de la palabra- la importancia en nuestras vidas personales, sociales y laborales de las Competencias integradas en una de nuestras “Inteligencias” –suponiendo que fuera tan fácil la separación entre varias y a modo de explicación sencilla-: la Emocional.

Una definición tan amplia del grupo y su objetivo, pudiera llamar a pensar que nos pasamos las reuniones hablando “del mar y los peces” y pocas cosas prácticas, concretas o resolutivas vamos poniendo encima del tapete de juego.

Nada más lejos de la realidad. A estas alturas podemos decir que se están materializando interesantes proyectos (Además de los que ya están incluso en fases finales de realización y publicación) y el Consorcio tiene una interesante e intensa vida, entre caótica y superorganizada, espontánea y controlada, emocional y racional.

No me extenderé en temas como el Barnetegi Emocional, el grupo de Coaching (Recién formado y ya con un par de objetivos muy potentes en ciernes), los temas de investigación seria y rigurosa de Javi en Gasteiz en el tema de Exclusión Social, el proyecto de Emprendedores de Nekane y Lorena,… u otras muchas cosas de las que ayer hablamos en nuestra reunión de trabajo.

Mención aparte nuestro amigo Dioni y su equipo, que nos obsequió con un hamaiketako maravilloso compuesto por obras de arte en forma de fruta, que dio además colorido a la ya de por sí variopinta representación de personas en la reunión y que a los que no fuimos a su primer World Fruit nos hizo tener cierta envidia de aquel encuentro de Septiembre del año pasado.

En cualquier caso y por encima de las aportaciones y los trabajos personales de cada uno o de cada equipo, se respiró un ambiente de cambio, de transformación e innovación personal, de trabajo, de inteligencia emocional e inteligencias emocionales interactuando,… de modo que ya hemos empezado a demostrar que es ciertamente un nuevo camino para crecer, mejorar y cambiar las cosas, que estamos construyendo un mundo un poco mejor desde una perspectiva y una metodología diferente, que nace de la colaboración real, desde la propia vivencia de lo que proponemos y desde el compromiso personal individual y de equipo de trabajo que llegará a construir,… ya lo estamos haciendo de hecho, una nueva realidad mucho más grande que la suma de los que la componemos.

… y a mí me da que por este camino, aunque pueda haber otros, no vamos mal, ¿No os parece?

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