Controla tus pensamientos:
Lleva un cuaderno y haz un registro de tus pensamientos. Al final del día cuéntalos todos y mira si el balance sale positivo o negativo. Cada pensamiento negativo sustitúyelo con 3 pensamientos positivos. Cada vez cuando consigas eliminar un pensamiento negativo hazte un regalo: cómprate un buen libro, pide un masaje, haz una pequeña excursión, cualquier cosa que te guste.
No olvides las simples repeticiones que puedes hacer cada día. Prepárate una lista de cosas positivas sobre ti y repítelas en frente de un espejo. Recuerda que nadie te hace más daño que tu mismo cuando te castigas, te culpas y piensas lo peor de ti. Hazte amigo de ti mismo y trátate con amor.