Otelo, el moro de Venecia, de Shakespeare, es quizás el celoso más famoso de la historia. Su criado ha convencido a Otelo de que Desdémona le ha sido infiel. Y aunque ella jamás lo haya hecho, Otelo está cegado por los celos. A pesar de que la ama con pasión, decide matarla, y se acerca a su lecho para hacerlo.
Escena Segunda del acto V:
Dormitorio en el castillo.-Desdémona duerme en el lecho.-Arde una luz
Entra OTELO
-En ocasiones, los celos patológicos, son celos proyectados. Estos celos empiezan por la fantasía o deseo de cometer una infidelidad. Pondremos un ejemplo clínico: Andrés está casado con Pilar, la ama y son felices juntos. Conoce a Silvia, una amiga de Ana, y comienza a desearla. Como la moral de Andrés no le permite desear a otras mujeres fuera de la suya, aparece una fantasía inconsciente: Si Ana me engañara, yo tendría derecho a engañarla con Silvia. Entonces Andrés comienza a actuar como si realmente Ana lo hubiese engañado, le pregunta dónde ha estado cuando ella vuelve del traabjo, la persigue, la vigila, le mira sus mensajes en el movil, poseído por unos tremendos celos. Estos celos se resuelven cuando se acepta el deseo propio.
-Los celos son siempre deseos, siempre hay un deseo en juego. Es muy frecuente que la mujer de la pareja, termine en brazos del mejor amigo del él, o viceversa, el hombre de la pareja en brazos de la mejor amiga de la mujer. Es decir, él se va con la mujer que más desea ella, su mejor amiga, y ella con el hombre que más desea él, su mejor amigo.
Fuente: TERAPIA DE PAREJA Y FAMILIA