Un sinnúmero de personas se han acostumbrado a vivir en depresión en un estado crónico, tratando de atenuarlo mediante el consumo de bebidas alcohólicas o estupefacientes, que si bien, alteran el cerebro de los consumidores, al pasar sus efectos traen una depresión mucho más fuerte. Otros tratan de enfrentar la depresión solos, encerrándose en sí mismos, lo cual causa que se aíslen y se sientan peor.
Y es que a veces hace falta más que un psicólogo para afrontar la depresión crónica. En contraste, conectarnos con nuestro interior, saber cómo nos sentimos, por qué nos sentimos así, puede ayudarnos a atacar el problema de raíz.
Según el comentado filme de Jerry y Esther Hicks: “El Secreto de la Ley de la Atracción” (2007), existe toda una gamma de emociones que podemos experimentar, y en esta cinta se explica por qué es mejor sentir enojo a sentirse deprimido. “El enojo te da cierto poder, sientes que tienes el control de la situación; sin embargo si te encuentras deprimido apenas puedes respirar”. El punto es que puedes cambiar voluntariamente de un estado de aletargamiento, a otro de enojo, de fuerza, de acción, lo cual te servirá para moverte del lugar en donde estás.
¿Recuerdas cómo te sientes cuando alguien te hace enojar? No puedes estar sentado, inmediatamente vas y haces algo que te ayude a demostrar que los demás están equivocados. Pero siempre actúas.
Ésa es la intención. Que salgas voluntariamente de ese estado de inactividad y pesadumbre que te hace sentir la depresión, y aproveches esa gran energía que te da el sentirte enojado, pero enfocándola hacia algo positivo.
Sería bueno que busques información o ayuda profesional sobre cómo controlar tus emociones, ya que esto te permitirá sentirte como mejor te convenga en ciertas situaciones y tendrás un mejor control de tus decisiones. Existen técnicas de Programación Neurolinguística (PNL) muy buenas que te ayudan a manejar sentimientos y emociones que te afectan de manera negativa.
Lo cierto es que no hay fórmula para ser feliz. Sólo se trata de sentirnos así, y de hacer lo posible por sentirnos a gusto con nosotros mismos sin tratar de agradar ni complacer a los demás. Ésa no es nuestra obligación. Sólo se nos dio una vida y es de ella únicamente de la que tenemos que hacernos cargo.
Como conclusión podemos decir que terminar con nuestra vida no sólo es matar nuestro cuerpo físico, también incluye el dejar morir nuestros sueños, ser jóvenes y sentirnos viejos, ser viejos y vivir recordando no lo que fue, sino lo que pudimos ser. Terminar con nuestra vida significa resignarnos a no ser felices, significa estar siempre deprimidos, así que recuerda: más vale que tengas el poder y te enojes, a que te sientas algo insignificante movido por el viento a causa de la depresión.
Tú tienes el control de tus emociones. Tómalo.
Fuente: elsiglodedurango.com.mx
Fuente: CURSO PNL