el otro día, en la conferencia de «las 5 claves para hacer clientes», se tocó un tema que por la experiencia que tengo en los dos últimos años, está resultando clave para el desarrollo y éxito de nuestros proyectos de coaching: el tema de vender.
Todavía se mencionan las palabras «vender», «comercializar», «negocio», y una mezcla de escalofrío y desprecio recorre a la mitad de los asistentes, en este caso, a la mitad de los coaches.
El estigma social a la venta, la creencia limitadora que subyace a esto, esa imagen del vendedor que nos manipula para conseguir su venta, el buhonero subido en su carro, el charlatán dándonos gato por liebre, es la imagen que le viene a muchos compañeros coaches a la hora de ejercer lo único que le puede dar éxito en su negocio, en su proyecto profesional de coaching: VENDER
porque no nos engañemos, estamos vendiendo todo el día, nos guste o no.
Nos estamos vendiendo, entendido esto por persuadir a otros, convencer, hacer ver, etc para cualquier cosa en nuestro día a día cotidiano, donde interactuemos con personas.
Ese concepto de venta tan estigmatizado está trasnochadísimo, y encima no nos ayuda nada a crecer y a abrir oportunidades.
Porque… ¿qué es vender? Vender es ni más ni menos que cubrir una necesidad que tiene alguien con algo que yo tengo y que le puede ayudar a satifacerla. Y ya está.
La pregunta es: ¿satisface el coaching alguna de las necesidades que tienen las personas o las empresas? Yo creo no solo que sí, sino de que las satisface de una manera excelente; de hecho, no conozco algo tan efectivo para generar cambios y que perduren.
Entonces, ¿les viene bien a las personas y a las empresas el coaching? Perfecto. Ahora se trata de que esas personas y empresas obtengan esos beneficios que están buscando, pero debe ser un ganar ganar. Y esto se convierte en un ganar ganar cobrando. O sea, vendiendo. el problema es cuando tú vendes a sabiendas que no es útil, o no es bueno, para el otro. Pero si crees que le va a satisfacer la necesidad que tiene… POR FAVOR, VENDE. Es lo mejor que puedes hacer por ellos.
¿no recomiendas un restaurante, o una película a tu gente porque crees que es buena, y que merece la pena, o refieres a un buen profesional porque les puede ser de utilidad? Pues esto es lo mismo, cobrando. Porque el dinero, lo único que hace es dos cosas:
– da valor a tu actividad, porque lo vale (sin el cual pierde mucha efectividad. Recordemos que hacemos cuando algo es gratis)
– te permite vivir de tu profesión, que es para lo que estamos aquí
Así que por favor, honrate, honra tu profesión, disfruta con ella, construye y beneficia a los demás, VENDIENDO!
Fuente: Somos profesionales del coaching