Esto es lo que solicitaban al magnífico mago de Oz los protagonistas de esta inmortal producción que ha pasado a la historia como una de las mejores historias fantásticas para todos los públicos de todos los tiempos, y estos días tras el éxito de «Avatar» me atrevo a retrotraerme al pasado para encontrar no sólo enseñanzas en las nuevas producciones sino en aquellas que tanto me gustan del siglo pasado.
Que me disculpe James Cameron que esperaré a después de las navidades, para verla tranquila acompañada de palomitas, aunque presiento que el tema de los clones humanos y avatares ya ha sido tratado en el cine en «La isla», es más casualidades de la vida, utilizan versionada la misma banda sonora o quizá no son casualidades, who knows? De todos modos si creo que merece la pena ver esos espectaculares efectos especiales, seres virtuales y ese gran desenlace no desvelado.
Volviendo a la que si me ocupa hoy, me parece curioso que ya en 1939 se trataran este tipo de temas en películas supuestamente para niñ@s, como es El Mago de Oz, no sólo me parecen interesantes y de vital actualidad los valores que buscan ansiosamente los personajes que como ya indiqué en el título comienzan por 4 C’s, sino que a su vez nos sirve para hacer ver, sentir y comprender a nuestros niños que este tipo de películas nada desfasadas pueden hacer germinar en ellos semillas de Cooperación, Colaboración, Compromiso y Cariño; bueno parece que sigo con las 4 C’s.
Cerebro, Corazón, Coraje y una Casa es lo que ansiaban los personajes de esta película, esto que aún hoy todavía a muchos nos es dificil ajustar en las enormes urbes en las que vivimos y con las ajustadas agendas, obligaciones que nos generamos y vidas alejadas de la realidad.
La protagonista, una niña soñadora que busca un hogar, sale en busca de no sabe qué, apareciendo de repente en un mundo imaginario en el que ella es la única protagonista.
Sus compañeros de viaje se van presentando en su camino, primeramente encuentra, al espantapájaros, quién desea un cerebro para asemejarse a los humanos.
http://www.youtube.com/watch?v=5xNA8seaqGQ
Más tarde se encuentra, al hombre de hojalata, quién ansía un corazón para ser más humano en sus sentimientos.
El último al incoporarse al grupo, es un cobarde león quién anhela coraje para enfrentarse a la vida y a los demás, características de los humanos valerosos.
Qué curioso, porque muchos de nosotros teniendo cerebro, corazón, coraje y una casa, en una misma persona no sabemos alcanzar los objetivos que nos marcamos en la vida, en cambio estos cuatro personajes careciendo ellos de alguna de las C’s con un objetivo común consiguen no sólo divertirse en el trayecto sino que además nos hacen pasar un buen rato y aprender que quizá no se está tan mal si se mira con cierto reencuadre la vida que llevamos.
Para terminar reseñar que las alusiones a metáforas y anclas se hacen notar en toda la cinta, os indicaré algunas y otras me gustaría que las descubriérais vosotros; una de las más destacables es el caminar por las baldosas amarillas para poder hacer realidad los sueños, los zapatos rojos de Dorothy, las brujas que aparecen y desaparecen durante toda la historia, bueno mejor os dejo que los vayáis descubriendo cuando la volváis a ver estos días.
Disfrutad tanto de las nuevas producciones como del encanto de las de antaño, en tod@s podemos encontrar enseñanzas para vivir más felices.
Un abrazo. Mari Cruz
Fuente: Cruz Coaching