· El producto no satisface una necesidad actual. Una fuerte campaña publicitaria inicial puede provocar una aceptación inicial, pero que a la larga se rechazará si realmente no es útil.
· Producto muy novedoso que no es conocido por el mercado.
· No se percibe como diferente a lo que existe.
· Demanda sobreestimada. Cuidado con el exceso de optimismo en las previsiones de ventas.
· Precio excesivo o muy bajo. Tan perjudicial es un precio muy alto que disuada al cliente, como uno demasiado bajo que no represente la calidad del producto.
· La elección del nombre. Si es muy complicado o difícil de recordar.
· Distribución incorrecta. Cuando el producto no se encuentra en el lugar y en el momento adecuado.
· Deficiente comunicación. El producto será ignorado si no se comunica correctamente.
· Se ignora a la competencia.
· Elegir un mal momento. Cuando el mercado no está interesado por el producto o se vive un periodo de bajo nivel de consumo.
· Falta de experiencia en el sector.
Fuente: La Estrategia Para Triunfar