5 actitudes clave para abrirte a las oportunidades

– Mamá, hoy quiero una comida rica e innovadora.

Hace unos días esta fue la petición de mi hijo. ¿Cómo se le puede ocurrir a un niño de 12 años utilizar este lenguaje? La respuesta, es el lenguaje que escucha en casa. En vez de enfocarnos en la crisis, estamos enfocados en buscar oportunidades, ser creativos e innovadores.

¿Quiere esto decir que ignoramos la situación actual? En absoluto, ahora bien, el momento que vivimos está repleto de acontecimientos, unos mejores que otros, puedes estar enfocado en percibir ganancias o estarlo en ver sólo pérdidas. Es como habitualmente, la botella medio llena o medio vacía. Lo único que es cierto es que está la botella y qué vas a hacer tú para conseguir llenarla o, al menos, aprovecharla.

Otro ejemplo, hace poco me contaba una terapeuta que cuenta con un gran número de clientes adinerados que en su consulta estaba escuchando continuamente la palabra «crisis». El mes pasado cansada ya y poniendo en práctica cambiar el entorno de trabajo, particularmente porque era un tema más de actitud que de necesidad en el caso de estas personas, hizo lo siguiente: cuando un cliente entraba en conversaciones sobre el paro que hay o la falta de liquidez empezó a hablarle de negocios nuevos que se habían creado por algunos conocidos, de proyectos que están avanzando, de lo que había mejorado su propio negocio personal. Como por arte de magia, este mes se ha encontrado con comentarios del tipo: «parece que la crisis va remitiendo», «ahora que está mejor la situación voy a hacer obras en casa», etc. ¿Qué ha sucedido allí? El cambio de actitud ha promovido que ellos se muevan y utilicen su dinero. Desde luego las tiendas en las que hayan comprado o los profesionales que hayan contratado lo habrán agradecido.

Bien, soy consciente que en este caso se podía invertir dinero porque lo había. Y la pregunta que puedes hacerte es, ¿qué pasa cuando mi nivel monetario es pequeño o mínimo? En ese estado puedes transformar tu lenguaje y aún así el dinero está ausente. Físicamente sí, ahora bien, ese cambio sí puede ayudarte a atisbar posibles negocios, apoyos o ayudas. Y eso definitivamente puede hacerte avanzar o mejorar en alguna medida.

Cuando tu cerebro y tu persona están preparados para estar positivos y abiertos a nuevas experiencias, es más fácil detectar las oportunidades. Mientras que aquellas personas que, por el contrario, se enfocan en lo negativo de la situación les cuesta trabajo hasta ver una salida, aunque sea una pequeñita.

Mirad este experimento que se hizo. Montones de billetes colgando de un árbol y hay quien ni se enteró.

Si habéis observado bien el vídeo, existen diversas formas de actuar. Algunas personas ni se enteran de los billetes, van sumidas en su diálogo interno y se pierden lo que la circunstancia les ofrece. Algún otro le cuesta creer que eso esté ahí, quizá su comentario sea: demasiado bueno para ser cierto o para mí. Hubo personas que sí aceptaron el dinero y además dejaron dinero para otros. Algunos, incluso, compartían con otros la existencia de los billetes para poder compartirlo.
De lo expuesto puedes sacar en conclusión 5 actitudes para enfocarte en las oportunidades:
1. Salir de tu diálogo interno y observar tu entorno. Esto quiere decir, poner tus sentidos y tener los canales de comunicación abiertos y limpios para conectar con tu entorno. Quédate con situaciones positivas: un hombre que se para a ayudar a un niño perdido, una persona que está haciendo un trabajo de voluntario, un amigo que ha montado su propia empresa y sale adelante. ¡Mira, escucha y siente qué sucede a tu alrededor!
2. Únete a otros de igual pensamiento. Cuando la actitud, pensamientos y lenguaje a tu alrededor son negativos, es más fácil contaminarse de los mismos. Más si estás al principio de crear este hábito. Buscar personas y grupos que estén en sintonía con una actitud positiva y abierta a la detección de oportunidades es un gran apoyo, además de ser precisamente un campo abonado donde encontrar esa «salida» que estás buscando. Y si no lo encuentras, ¡créalo!
3. Cambia tu lenguaje. Después de la observación anterior, toma esos ejemplos y adapta tus palabras a esos hechos. Por ejemplo: también hay personas que están ganando dinero con su tesón y esfuerzo, hay personas que dedican su tiempo a ayudar a otros, … Al principio quizá te cueste un poco más, es un hábito largo tiempo adquirido y será necesario más conciencia al hacerlo (recuerda las 4 etapas del aprendizaje), después ya te irás acostumbrando a darte cuenta de «otros acontecimientos».
4. Cree en ti y que te lo mereces. Como diría Sancho, «con la Iglesia hemos topado». El cambio externo ayuda, aunque el cambio más importante es el interno. A veces, algunas personas, creen que algo es demasiado bueno para ser cierto y en el camino algún otro aprovecha esas oportunidades que deja marchar. El autosabotaje es una de las acciones más efectivas. Si te dices que no puedes, que no es para ti o que no te lo mereces, simplemente te paralizarás. Y paralizarse desde el miedo es morir, sólo el movimiento y el cambio te pueden apoyar para aceptar lo que la vida te ofrece. Aquí se necesita cambiar las creencias internas, aquello que piensas de ti va a dirigir tu vida.
5. Da algo de ti mismo. El equilibrio del dar y recibir funciona. Aporta algo a las personas que te rodean. Además de hacerte sentir muy bien emocionalmente te permitirá crear más contactos, encontrar alianzas. Cuando se siembra en algún momento se recoge.
¡Conviértete en una persona que ve el billete en el árbol!

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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional

1ª Coach de Familias Monoparentales

http://www.coachingatualcance.com/

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