Cuento: Las dos ranas

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¿Cuántas veces sientes que las «voces de los demás» te animan a abandonar?

¿Sientes que nadie comprende tus esfuerzos?
¿Solo recibes quejas, críticas, «no se puedes», comentarios negativos y poco estimulantes?
Lo lamento mucho. Pero, ¿sabes una cosa? ¡Hoy es tu día de suerte!
Si, no me mires asi…. es tu día de suerte, porque te voy a contar un cuento. ¿Conoces el cuento de las dos ranas? Hay varias versiones, y como tienen la misma moraleja, allá va esta versión.
En un bosque tropical, un grupo de ranitas caminaban una tras otra. De pronto, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Para nosotros, si lo viéramos, era pequeñito, pero esas ranitas, que medían menos de 5 cms. ¡¡era casi un cráter!!

Al ver lo ocurrido, las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Al ver lo profundo que era, comenzaron a croar diciendo:
_ Es imposible, no lo conseguirán.
_ Es demasiado alto, jamás lo lograrán.
_ No están preparadas, no son buenas saltadoras.
_ ¡Justo ellas! Son las menos entrenadas.
_ No nacieron para esto, ya pueden darse por muertas.
Las dos ranitasas seguían saltando y saltando, intentándolo con todas sus fuerzas. Mientras las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serian en vano..

Una de las ranitas, en un descanso, escuchó lo que las demás decían y entonces, se rindió, se desplomó y murió.

La otra, continuó saltando tan fuerte como podía. Mientras, las ranas gritaban y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se resignara a morir, ya que no creían que tuviera sentido seguir saltando.

Y la ranita saltó cada vez con más fuerzas hasta que, finalmente, logró salir. Cuando estuvo fuera, las otras ranas le dijeron: «No creçiamos que fueras a lograrlo, a pesar de lo que te gritábamos».
Entonces la ranita, con señas les dijo que era sorda. Que no era capaz de oir lo que gritaban, pero al verlas tan animadas, gesticulando y gritando, pensó que la estaban alentando a esforzarse más y así consiguió salir del hoyo y salvar su vida.
(autor desconocido)
¿Cuántas veces te has dejado morir al escuchar las palabras de resignación, los malos augurios y las frases pesimistas de los demás?
¿Qué cosas importantes has abandonado antes de conseguirlo, por creer en las opiniones de los demás?
Nadie, más que tú, puede determinar si eres o no capaz de conseguir algo. Nadie, más que tú, puede proponerse superar tus propios límites, incluso, superando lo que los demás «creen posible».
Y también, ten presente, que a un hijo, a tu pareja, a un amigo, a un empleado, una palabra de aliento dicha a tiempo, puede renovarle las fuerzas y es algo que te agradecerá de corazón.
No te rindas. No importa lo que los demás crean o no posible. No te rindas. No importa lo que los demás opinen. ¡Decide ser sorda, como la ranita!


En la NASA, hay un póster de una abeja, que dice así:

«Aerodinámicamente el cuerpo de una abeja no está hecho para volar, lo bueno es que la abeja no lo sabe»


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Solo tú puedes decretar lo que es posible o imposible en tu vida, y aún asi, e
stoy segura que te equivocas, que eso también puedes conseguirlo.
Viki Morandeira





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