Evitar el cambio es irreal, en realidad el universo está en permanente cambio y los seres humanos con él. Cada vez que tomas una respiración el aire que entra en tus pulmones es distinto, cada vez que miras a tus hijos parecen distintos aunque hayan pasado unos segundos, cada vez que pronuncias una palabra, algo, por pequeño que sea ha cambiado. Y si no me crees prueba a utilizar el manos libres y dile unas cuantas veces el nombre de ese amigo o socio, que si la voz suena con una mínima distinción ni se entera.
Llegados a este punto, sabiendo que hagas lo que hagas la vida continúa, el mundo gira y el entorno sigue cambiando. ¿Qué puedes hacer? Adaptarte al cambio. Aquellos mejor adaptados al cambio son los supervivientes (como decía Darwin). Eso si, mejor si tomas parte activa en este proceso evolutivo y de crecimiento. E infinitamente mejor si decides hacer auto-reflexión por el camino.
¿Y cómo es realmente ese proceso de cambio y evolución personal? Pues aquí te muestro las 7 acciones imprescindibles a realizar durante este extraordinario viaje.
– Observar: Más allá de ver, es la acción de lanzar tus 5 sentidos a la experimentación. Es conocer tu entorno, tu momento presente. Es, también, describir y descubrir cada una de tus respuestas internas a aquello que sucede en tu vida.
– Reflexionar: Si sabes qué haces es un gran paso, ahora bien, ¿para qué lo haces? O bien, ¿qué te motiva a hacer «a» en lugar de «b». Esta reflexión es para darle sentido a aquello que haces o dejar de hacer, incluido tu pensamiento.
– Tomar conciencia: Es un paso más, es ese darse cuenta de cómo los patrones, las limitaciones, las acciones tienen una explicación más profunda. Reconocer la capacidad de cambio, las otras realidades distintas a la tuya, la diversidad que hasta ese momento es invisible.
– Confiar: Reconocer tu valor personal, tus logros hasta el aquí y ahora, tus habilidades y tu fuerza interior. Y, al mismo tiempo, ser capaz de analizar los impedimentos para buscar cómo superarlos. Está asociado al «yo puedo». El cambio interior de la auto-confianza es el primer paso para el cambio exterior.
– Transformar: Es una decisión, la elección de tomar el camino del proceso de cambio. Confirmar que el único camino para poder avanzar es hacer algo nuevo y distinto. Renacer con nuevas herramientas, permitiéndote afrontar los retos desde una nueva perspectiva.
– Comprometerse: El compromiso es llevar esa acción de cambio más allá de la mente. Imagina que escribes en una agenda, por ejemplo: «el lunes llamaré a mi hermano». La situación cambia en tu interior, ha dejado de ser una idea y se ha convertido en un hecho. Por eso es importante determinar bien qué quieres cambiar y cuáles serán tus compromisos. Marcarás el cuándo, cómo y dónde.
– Actuar: Si el compromiso con el deseo es absoluto y real, hacer es una consecuencia inmediata. Poner al servicio de uno mismo/a y moverse para dar el primer paso supone el principio del logro. Las grandes metas se consiguen a pasos pequeños, ¡da ese primer paso y observa los resultados!
Aquellos capaces de llevar a término estas acciones tendrán en su mano la dirección de sus vidas, pues éstas están llenas de cambios.
¿Quieres tú tomar la dirección de tu vida?
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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales