Tiempo atrás recibí un correo con esta historia. No sé si será verídica, pero me gusta mucho el mensaje que encierra, razón por la cual, la comparto en este blog. Ojalá les guste y les sea de provecho….
Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Ahora su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconociendo sus pasos le preguntó si había sido él quien re-escribió su cartel y sobre todo, qué que era lo que había escrito allí.
Fuente: Liderazgo, Coaching y Mercadeo