Coaching no es Formación clásica, tal como la practican las empresas, aunque qué duda cabe que la persona se «forma» durante el proceso de coaching, se moldea, lima aristas, se esculpe como hacía Miguel Ángel Buonarroti con el mármol.
Me acaba de venir un bonito símil: en el proceso de creación de la obra de arte -la persona-, el coach sería sólo el cincel, la propia persona sería el Buonarroti. Mientras que, en formación, los Michelangelos son los profesores. ¿A que no es lo mismo?.