Pero creo que hay que ser positivos, y pensar que no todo puede ser negativo,y en este caso, el que la Psicmotricidad noes té tan definida, hace que cada uno tengamos una visión diferente y que aportemos nuestra forma personal de vivir la Psicomotricidad… la Psicomotricidad que hago yo, «Sabina», chica de ciencias del deporte y de terapia ocupacional, que trabaja con chicos con discapacidad en Cáceres, no tendrá nada que ver con la Psicomotricidad que haga «Pepe», maestro de infantil que trabaje en el País Vasco en una escuela de infantil, o con la que haga «María», terapeuta que trabaja en Argentina en una residencia de Ancianos… todos la enriquecemos de la mejor forma que podemos…
Desde luego, después están personas excepcionales que impregnan con su visión una disciplina, como es el caso de Bernard Aucouturier, y su Práctica Psicomotriz. Él entiende la Psicomotricidad, desde dos vertientes una educativa y otra clínica, y hace al niño totalmente el protagonista del proceso… fomentando su expresividad motriz, su pensamiento y sus emociones. No me considero nadie para expliros sus teorías, ya que no son algo fácil de explicar sin un profundo conocimiento, así que os remito a un documento que publiqué Documento Práctica Psicomotriz (es el segundo) para conocer más…
Yo vengo de la corriente tradicional, de la parte rehabilitadora, y no soy una persona que «se case» con corrientes, sino que trato de coger lo que más me interesa para aplicarlo a mis chicos, y creo que ambas tienen cosas positivas… lo importante es concocer, estudiar y aplicar, y ver si se ven los resultados en el niño, y por resultados no me refiero solo a que mejore en equilibrio, sino en ver su felicidad y sus ganas de explorar, y lo que te cuentan los padres, los profes….¡todo!!!!
Simplemente quería compartir la experiencia que tuve en la sala de Mari Ángeles Cremades, donde un grupo de perfectos desconocidos, pudimos experimentar, a través de la formación personal, lo que «sienten» nuestros usuarios en la sala, todo el desborde de emociones, de complicidad y de confianzas que puede hacer surgir el movimiento en nosotros!!!!!!
Primero estuvimos realizando una serie de juegos libres, para después ir avanzando hacia otras experiencias, sintiendo la sala, a nosotros mismos y a los demás, dejando de usar un sentido… (lo que cambia el mundo cuando te tapas los ojos….) o usando una música de fondo para regularte…. así estuvimos un montón de horas que se nos pasaron volando… además de verbalizando lo que sentíamos tras cada ejercicio. Lo más curioso fue, como fuimos avanzando desde lo más sensoriomotriz hacia la representación, y todos realizamos casi al final, unos dibujos sobre lo que teníamos en la cabeza, en nuestro ser tras estas experiencias… y salieron cosas muy profundas de todos… ¡quien dice que el movimiento y la emoción no están conectados! Y si no que lean «a un tal Wallon»…
Simplemente animo a todos los Psicomotricistas a hacer formación personal, te cambia el chip totalmente…
Y como un pequeño homenaje, aquí estamos los «valientes» que asistimos al curso en la sala: UN BESO A TOD@S!!!!!!!
No se me ocurre mejor forma de acabar este post que con un par de frases de Bernard:
- «La pedagogía del educador suficientemente bueno debe tener como objetivo ayudar al niño a apropiarse de sus propias acciones para que sea sujeto de sus sensaciones y de sus emociones. Darle la libertad y el placer de jugar, esa es la manera de ayudarle a liberar su imaginario y sus emociones, es ayudarle a desarrollar la libertad de pensamiento, esa curiosidad intelectual para que el niño pueda aprender por si mismo, desarrollar en el niño el espíritu crítico»
- «El niño y la niña se dicen y existen por su motricidad. Por una parte, la motricidad es instrumental, es el apoyo de la acción sobre el mundo de los objetos. Por otra, es relacional, es la expresión de la afectividad y el apoyo para la comunicación con los interlocutores humanos. A través de cada acción motriz del niño, podemos des- cifrar un sentido, observar una forma de hacer las cosas específicas de cada perso- na. La acción espontánea del niño nos informará de la manera en que percibe el entorno material y relacional. Su acción es un indicio de la expresión del cuer- po en su ser esencial y en su relación con el otro. Asimismo, su acción manifiesta su capacidad para emprender una actividad, organizarla y realizarla.»
- “El especialista debe estar completamente disponible: estar vacío y lleno para recibirlo, para escucharlo, para acogerlo, para acompañarlo y para vivir con él»
Fuente: TO y PSICOMOTRICIDAD