Las lecciones que se pueden recibir haciendo coaching son inagotables. Pueden conocerse los principios o pautas que sigue el comportamiento humano en general, pero es admirable cómo suceden en cada caso particular.
Esta semana he tenido oportunidad de vivir la historia de una persona que creía que
«soy incapaz de tener una relación de igual a igual con mi jefe»
y que cuando su jefe acababa aprovechando esa situación ventajosa, ella acababa explotando y teniendo una conducta agresiva.
Este caso puede sonar a típico (lo es). Lo atípico empieza en que la persona en cuestión conocía muy bien lo que sentía, lo que debería hacer (pautas de asertividad) y lo que debería sentir… simplemente creía que era incapaz… y acababa con la pregunta habitual: «ahora dime qué debo hacer» (oh, cielos!).
Tras unos minutos de ayudarle en la autoexploración por diversas experiencias propias previas, llegamos a una que es la que me motivó a escribir este artículo:
«Ese jefe era imposible de tratar para todos sus empleados, pero a mí me trataba con total respeto. Todos me preguntaban ¿qué le das?»
Ambos nos quedamos sorprendidos con la paradoja de esta afirmación respecto a su situación actual ¡uao! La persona se dio cuenta del poder que sentía en su relación con aquel jefe… le cambió la cara.
Sentir ese «estado» (o actitud) tan vívidamente de nuevo le permitió conjurar la creencia que hoy la limitaba. Ahora sólo se trataba de practicar la herramienta y la motivación para «recuperar aquel estado» en el momento en que se encuentre con su jefe (o similar)… Las alternativas de tener una relación más fructífera eran mucho mayores.
Cuántas veces se encuentran situaciones en el pasado en que tuvimos el comportamiento que hoy necesitamos… somos mucho más capaces de lo que puede parecernos en una situación dada y con una motivación inadecuada. En este caso, la persona se motivaba a usar todos sus recursos en la relación con un jefe cuando éste le parecía muy difícil… y cuánto potencial estaba guardando.
Motivación y recursos… un tándem inseparable!
Fuente: Portal Gallego de Coaching