Una de mis clientes está tratando de trabajar por su cuenta, pero considera que le falta el entusiasmo. Empieza varias ideas diferentes y luego las abandona. Quiere, pero tiene miedo, da un paso adelante para volver a dar dos atrás. Si el objetivo en si no es un motor suficiente para levantarse de la cama cada día y para esforzarse para lograrlo, si no sientes satisfacción al pensar en ello; es difícil ser persistente y estar motivado. ¿Así que de dónde sacar la motivación?
Sobre la psicología de motivación han hablado muchos expertos, entre ellos uno de mis favoritos- Martin Seligman y sus investigaciones sobre la indefensión aprendida, la falta de creencias sobre la conexión causal entre sus propias acciones (respuesta), y sus consecuencias. Este comportamiento lo explica bien Jorge Bucay, en su libro «Déjame que te cuente.» En una historia habla de los elefantes del circo, que, a pesar de su enorme fuerza, están atados con una cadena muy finita. ¿Por qué?
Cuando son pequeñas se les ata con una cadena fuerte para que no puedan romperla. Los pequeños elefantes intentar huir y romper la cadena pero no tienen fuerza suficiente para conseguirlo. Así que un día, a no ver los resultados positivos de sus acciones, dejan de intentar a huir. Cuando ya son adultos y fuertes acordándose del aprendizaje de su infancia, ni siquiera intentar escaparse. Y lo mismo pasa con nosotros los seres humanos, es cuando nos decimos: «. No puedo, no puedo, ya lo he intentado todo».
Una de las explicaciones puede ser la teoría del control de Julián Rotter.
Aunque esta teoría está considerada como parte de la teoría del aprendizaje social, parece haber una fuerte relación con la motivación.
Rotter distinguió dos tipos de personas: el primer grupo son los que tienen la ‘ubicación de control interno’, que quiere decir que, creen que manejan sus vidas, que ella depende de sus propias decisiones. El segundo grupo son aquellos con la ‘ubicación de control externo’. En este caso, ellos piensan que su destino está predeterminado, y no tienen ninguna influencia sobre ello, porque quien decide es la suerte, el dios, el destino etc.
Entonces, ¿cómo se comportarán, estos dos tipos de personas en una situación estresante? Los primeros actuarán intentado influir sobre la situación mientras que los del otro grupo se rendirán diciendo que nada depende de ellos. ¿Y tú?
Sin embargo, a todo esto yo me pregunto: ¿qué es lo que decide que algunos “quieren y pueden” y los otros opinando que no pueden cambiar nada, “se rinden y abandonan” sus sueños?
Otra de mis clientes durante años quería perder peso , pero cada vez que se apuntaba al gimnasio, o empezaba una dieta nueva; lo dejaba muy rápido. Quería perder peso pero ella misma decía que no podía conseguirlo. Después de 2 sesiones de coaching, antes de establecer un objetivo claro de nuestros encuentros ella misma empezó la dieta. ¿Por qué? Le propuse que hiciera una lista de cosas que quería tener, estar o ser en su vida. Dijo que cuando la hizo se dio cuenta que manteniendo sus hábitos alimenticios con los años iría sólo para peor y eso no le permitiría alcanzar sus sueños.
Por lo tanto, es importante ser capaz de mirar hacia el futuro, aplazar la gratificación para alcanzar la meta ideal, aunque más tarde de lo que queríamos (porque, por supuesto, lo mejor sería tener todo ya), pero con doble fuerza y satisfacción.
PD. Hoy puedo decir que mi clienta se sorprendió a si misma consiguiendo una gran pérdida de peso. Ella mima confirmó que fue posible gracias su motivación interna.