Tengo hace tiempo la sensación de que nos estamos transformando en un mundo maniqueo de buenos-malos, estas conmigo-estas contra mi, rebates mi idea-estas de acuerdo y todos los ejemplos y etcéteras que se os puedan ocurrir.
En muchos de los foros en los que últimamente participo –que afortunadamente son varios, interesantes, ricos y variados- tengo la sensación de que andamos buscando verdades absolutas que nos acaben permitiendo afirmar nuestras autenticidades frente a los “errores” de otros.
Modelos organizativos, tipos de inteligencia, posturas frente a lo nuevo y frente a lo tradicional, estilos de liderazgo, incluso escuelas de Coaching, nos vamos colando en un mundo en el que lo que yo concibo, conceptualizo, teorizo y practico es lo que vale para explicar la realidad y lo demás es error, equivocación, retraso, cuando no mala intención o intento de perpetuarse y confundir al otro.
Y tal vez, sólo tal vez, puede ser que acabe ocurriendo que gane quien gane en esta guerra de predominancia vamos a salir perdiendo todos, porque al final la tendencia al pensamiento único acabará matando la creatividad, la libertad, la libre opinión (Y elección) de cada individuo o grupo, en definitiva,… tal vez estamos cambiando para seguir igual.
Quizá seria un ejercicio interesante ponerse en el lugar de quien defiende el error, contar con el que no está en mi línea o adscribirse a esa escuela que no es de “mi cuerda”,… tal vez el intentar ver el mundo desde los ojos del otro nos ayude a comprender que la realidad es múltiple, los modelos son variopintos o incluso no son, los paradigmas son millares y la opiniones verdaderas son tan numerosas como sus poseedores, porque si no, corremos el riesgo de pasar de una dictadura a otra, de un despotismo ilustrado a otro, de una democracia mayoritaria y minimizadora de la minoría a otra,.. etc.
Y me preguntarás querido lector –si has conseguido llegar hasta aquí sin cambiar de blog-, ¿Entonces?, ¿Dónde está lo correcto, la verdad, el camino acertado, el objetivo certero?.
Lo que yo creo -probablemente diferente a lo que tu crees, afortunadamente- es que todos tenemos un trozo de la verdad y que es probable que nunca la podamos tocar si nuestro enfoque no va variando como el faro barre el horizonte para ver la dimensión del vasto mar y creo también que escuchar sin rebatir es respetar aunque no se esté de acuerdo y que buscar lo que nos une y no lo que nos separa es un buen camino para resolver los problemas y que analizar los defectos y tener un plan de acción para solucionarlos es darle demasiada importancia a los defectos y que tal vez sería más rico y práctico analizar las virtudes y mirar hacia el futuro con la esperanza de utilizarlas en el avance y la mejora individual y por ende grupal, sean cuales sean los grupos en los que participas e independientemente del objetivo que te marques.
En definitiva, enfocar la vida desde varios ángulos, ser capaz de vivir en la incertidumbre de la contradicción, poder SER variado y diverso, no tener carnet de nada y estar comprometidos en muchas cosas tal vez nos de respuesta a muchas problemas que nos rondan desde hace muchos siglos y tal vez nos ayude a potenciar el SER de las personas y los equipos, que siempre se enriquece con la opinión y el saber de los demás y tal vez,… sólo tal vez colaborar –frente a competir- nos ayude a dar el salto hacia una sociedad post-crisis más rica en el SER y menos en el tener (Aunque sean títulos universitarios o grandes conocimientos)… que me da a mi que es lo único que nos va a ayudar a salir de la famosa crisis un paso más adelante y no volviendo atrás a lo que ya ha fracasado.
Por qué no probar a escuchar al diferente, sin contraargumentar acerca de sus convicciones, sólo intentando aprehender su idea, su emoción, su convicción, su SER, más allá de esa idea que quizá no comparto,… por qué no llevarme en la mochila sus teorías y sus argumentos y de paso aprovecharlos para comprender-le un poco más …. ¿Lo intentamos a ver en qué acabamos?
Fuente: COACHING PRÁCTICO