El éxito en la familia

Cuando hablamos de éxito habitualmente se piensa en grandes empresas, notables empresarios, conocidos actores,… En muchas ocasiones, además, se tiene un sentido peyorativo de esta palabra. En estos casos se asocia éxito a la consecución de objetivos a través de comportamientos no muy bien considerados socialmente. ¿Alguna vez has escuchado: qué habrá hecho para conseguirlo, con un tono de sarcasmo muy pronunciado?
Suelo decir en mis talleres que las palabras son sólo eso, palabras. Nos sirven tanto para comunicarnos como para incomunicarnos. Dependen tanto de nuestra interpretación que pueden frenarnos en muchos momentos a lo largo de nuestra vida.
Por esta razón, hace tiempo que la palabra éxito la he asociado a la consecución de esos retos personales que tenemos cada día. Y como no podía ser menos, una de las áreas donde he podido constatar esto es en mi familia, una familia monoparental.
Si me sigues, sabrás que apoyar a las familias de este tipo es una de mis metas y prioridades. Cada día trabajo y busco diversas formas de aportar mi grano de arena en esta área, tanto desde lo personal como desde lo profesional.
Así surge esta idea. Hoy quiero compartir contigo un éxito, el mío. Me hice consciente de él por los comentarios ajenos a mi, al contar retazos de mi vida. Existen muchas historias de éxito de nuestras familias, las familias monoparentales, aunque bien podrían ser de cualquier otro tipo de familia. A mi me gustaría que podamos servir para que aquellos que no han vivido estas circunstancias entienda cómo se pueden hacer las cosas de otra forma, cómo es la vida día a día y cómo hemos resuelto los retos diarios cuando cuentas sólo contigo mismo/a.
He aquí algunos ejemplos acerca de qué quiero decir. Sé que muchos de ellos serán tu propio reflejo, por ello quiero decirte: ¡Enhorabuena y celebra tu éxito!:
· Éxito es hacer lo necesario para poner un plato de comida para tus hijos cada día cuando vives con el mínimo.
· Éxito es levantarte por la mañana con una sonrisa en tus labios y compartirla con tus hijos aun cuando te has pasado la noche trabajando.
· Éxito es conseguir tener un tiempo para compartir en familia y olvidar por un momento la cocina sin recoger.
· Éxito es enseñar a tus hijos a respetar tus valores y observar que forman parte de ellos cuando crecen.
· Éxito es salir una noche para compartir con amigos, dormir 3 horas y despertarte para llevar a tus hijos a la montaña.
· Éxito es recibir un beso de tus hijos con el mensaje: ‘Gracias por trabajar tanto por nosotros’.
· Éxito es tener padres y hermanos que te ayudan a organizar un Día de Reyes en conjunto, lleno de regalos para tus hijos donde tu falta de dinero pase inadvertida.
· Éxito es pasarte la noche cuidando de tus hijos cuando están enfermos, buscar quien le cuide y marcharte a trabajar todo el día siguiente.
· Éxito es enseñar a tus hijos a tener hábitos de estudio y autonomía para descubrir que además de sentirse muy bien por poder aportar lo hacen estupendamente
· Éxito es, para algunas familias monoparentales, cocinar, hacer la compra, lavar la ropa, trabajar en tu profesión, educar a tus hijos, jugar, pasear, estudiar, organizar la casa, arreglar lo que se rompe, llevar el coche al taller, revisar las facturas, visitar a la familia, ir a las reuniones del colegio, llevar a los chicos a los cumpleaños, preparar sus fiestas de cumpleaños, hacerles disfraces, ayudarles en sus estudios, enseñarles a ser autónomos, llevarles al médico y muchas otras cosas más siendo una sola persona y sobrevivir a ello.
Estoy segura que si tu familia es distinta de una monoparental dirás que tú también haces muchas cosas como esas. Por supuesto, estos éxitos que he reflejado son sólo un ejemplo de los muchos que padres y madres, incluso abuelos, tíos y otras personas, hacen cada día.
Ahora bien, cuando no hay más con quien repartir tantas tareas el ingenio se agudiza, cuando además de tener la completa responsabilidad de mantener y organizar la familia careces de alguien con quien compartir tus dudas e inquietudes a diario buscas alternativas. Por eso la necesidad te hace cuestionarte y mirar otra forma de hacer las cosas, por eso aprendemos a buscar ayuda en lugares y personas diferentes, a crear nuestra propia red.
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Existen tantas historias de éxito como familias diversas. Empieza por reconocer tu propia historia de éxito y después encuentra más en tus amigos, vecinos y compañeros. Y comparte con nosotros diversas historias que nos hagan crecer y aprender.

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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales
http://www.coachingatualcance.com/

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