Ayer conversaba con un amigo; conversábamos sobre un proyecto, algo que en algún momento en días pasados había sido solo una idea, pero que luego de evaluarlo y madurarlo un poco, decidimos convertirlo en un proyecto.
A partir de ese momento, mi mente se puso en guardia, atenta firmemente a iniciar un proceso de planificación y desarrollo de ese proyecto. Y mientras conversábamos, surgió en la plática una frase:
“Tengo que ver qué hago esta semana”.
Confieso que al principio me desconcertó, porque me pareció que mi amigo había perdido el enfoque o no lo practicaba como yo lo hacía; pero luego reflexioné sobre la frase y me di cuenta que un buen enfoque depende de una buena planificación de tu día a día. Es por ello que hoy quiero compartir algunas reflexiones sobre cómo enfocarse en el proyecto personal:
- Dedica un tiempo diario a planificar el día antes de comenzar la jornada. Eso permite también aprender a ahorrar tiempo.
- Céntrate en lo que quieres. Fíjate si estás haciendo cosas para lograr aquello que quieres. Y en este sentido no importa que lo que hagas sea mínimo, importa que lo hagas. Siempre vas a estar más cerca si vas accionando, por mínimo que sea ese accionar.
- Revisa cada una de las decisiones que haces durante el día. Pregúntate antes de cada decisión si eso tiene que ver con lo que te importa, si eso que vas a elegir es útil o adecuado, si te sirve lo que estás haciendo o eligiendo para lo que quieres lograr. Esta pregunta tan sencilla que parece casi una obviedad te puede hacer cambiar muchas elecciones en ámbitos muy diferentes de tu vida. Puedes dejar de lado cosas que nada tienen que ver con lo que importa para ti, a trabajar en ser más consciente en qué utilizas tu tiempo y dedicar al menos un tiempo cada día a aquello que quieres. A decir no –o aprender a decir no- a aquello que no te interesa ; a hacer acuerdos, alianzas, intercambios que te permitan hacer cada vez más lo que te hace bien y te hace feliz.
- Sal de las rutinas que no te resultan efectivas en pos de lo que quiero lograr. Entre otras, aprende a cambiar las quejas por reclamos, ya que éstos son más efectivos y te permiten ganar tiempo y efectividad en el hacer.
- Piensa siempre en lo que quieres lograr y ponte en acción. No basta con solo soñar; no te limites a decirte que comenzarás cuando la crisis económica pase, o cuando consigas un mejor trabajo, o cuando logres aumentar las ventas. El problema con esto es que cuando esperas que todas las condiciones se den, finalmente las condiciones propicias y perfectas, pocas veces llegan… Por eso es mejor, que te preocupes en crear tus propias condiciones, o te adaptes y comiences con lo que hay. En cualquier caso, la idea es comenzar, eso te va a poner en camino, va a reforzar tu auto-estima y te hará sentir más satisfecho contigo mismo, y estarás mejor con los otros.
Puede ser que al plantearte estas preguntas y reflexiones, te enfrentes con cosas que tengas que aprender… si es así, entonces comienza hoy, ya que éste puedes ser el camino para aprender a vivir con mayor bienestar.
¡Exitos!