A principios del siglo XX, el Dr. Edward Bach, médico galés, desarrolló un sistema de curación original y eficaz.
Bach sostenía que la enfermedad es el producto del desequilibrio entre la mente y el cuerpo. Este desequilibrio altera el campo energético de la persona provocando las enfermedades, es decir que el organismo se altera ante un desorden psicológico o emocional.
Según el Dr. Bach, la enfermedad es una reacción ante una interferencia. Es un modo de expresar nuestro desacuerdo por la falta de libertad para manifestar nuestras potencialidades. Al sentirnos sometidos desarrollamos enfermedades y mientras no aprendamos la lección necesaria, el padecimiento se manifestará siempre. Este proceso debe ser transitorio hasta que se interiorice el aprendizaje, se suprimen las causas y desaparecen los síntomas, es decir la enfermedad.
Ante esto, Bach descubrió que la energía de las flores actúan sobre las emociones permitiendo que la persona las reconozca y tome conciencia de ellas y que perciba el aspecto negativo como causa de su padecimiento. Para Bach la curación verdadera significa ayudar al paciente a que armonice su alma, su mente y su cuerpo.
Las flores elevan nuestras vibraciones, provocando un cambio mental y energético incidiendo sobre la enfermedad para modificarla. Las esencias florales no poseen químicos o biológicos solo contienen activos vibracionales que producen variaciones cualitativas en la conducta y en la enfermedad.
Bajo este criterio, el Dr. Bach agrupo sus remedios en siete estados emocionales:
Remedios para los que sienten temor
Remedios para los que sufren de incertidumbre
Remedios para quienes no sienten interés por el presente.
Remedios para la soledad
Remedios para los hipersensibles a influencias e ideas
Remedios para el abatimiento o la desesperación
Remedios para los que se preocupan por el bienestar de los demás
El origen de las enfermedades es proveniente de los siete defectos del hombre:
Orgullo Crueldad Odio Egoísmo Ignorancia Inestabilidad mental Codicia y gula
Para recuperar el equilibrio y libertad son siete los caminos:
Paz Esperanza Alegría Fe Certeza Sabiduría Amor
La Terapia Floral aporta las herramientas propias del individuo para que pueda recuperar su armonía.
La Terapia Floral frente a los cuadros de enfermedad terminal permite la mejora de calidad de vida de la persona afectada.
Aporta la dosis necesaria para sobrellevar el desánimo, la desesperanza y el temor a la muerte.
Para Neide Margonari ( Brasil)
«Actitudes, palabras, pensamientos negativos bloquean el paso de la luz por los electrones que componen nuestros cuerpos y esto es lo que origina las enfermedades».
«La enfermedad física es la cristalización de una postura errónea de nuestra personalidad; es un disturbio energético, que se inicia en uno de los cuerpos , etérico, emocional o mental.»
La Terapia Floral es complementaria al tratamiento alopático.
Es el remedio del alma.
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Fuente: TERAPIA FLORAL PERÚ