La Expresión Corporal busca el desarrollo de la imaginación, el placer por el juego, la improvisación, la espontaneidad y la creatividad. El resultado es un enriquecimiento de las actividades cotidianas y del crecimiento personal. Además, enseña a encontrar modalidades de comunicación más profundas e íntegras, lo que repercute en el encuentro con los demás.
La Terapia Corporal combina el trabajo unificado con el cuerpo, la mente y la emoción, con el fin de facilitar la expresión de las emociones, la ampliación de la conciencia, calmar el sufrimiento, una mayor capacidad de sentir placer y en general crecimiento y desarrollo personal.
La terapia corporal, reconoce que todo lo que le pasa a la persona, le pasa en su cuerpo, y esto afecta su bienestar y su manera de relacionarse con los demás.
Quien asiste a un taller de terapia corporal puede encontrar mayor claridad respecto a su historia y a su manera de entablar relaciones consigo mimo y con otras personas. Especialmente, puede cambiar la visión que tiene de su cuerpo, entendiendo que todo lo que pasa, lo que cambia y lo que deja de pasar, son maneras en las que nuestro cuerpo responde a las experiencias de la vida cotidiana, incluyendo muchas enfermedades.
Esto no son “simplemente” molestias, son mensajes, a veces desesperados, que piden cambios en nuestra forma de vivir, de pensar y de sentir, pues lo que hacemos nos está dañando y hasta ese momento no hemos podido verlo.
Fuente: CENTRO GESTALT ARAGÓN