En nuestro día a día usamos multitud de filtros.
Para el agua, por ejemplo, además del filtro de casa, tenemos los grifos con sus filtros para la cal y también esas jarras que purifican el agua con su propio filtro.
Para el aire, tenemos filtros en nuestro coche y también en el aire acondicionado.
Las mosquiteras también actúan como una especie de filtro, para no dejar pasar a los
insectos.
Las personas que padecen alergia, usan mascarillas, para protegerse.
Incluso la túrmix o trituradora de alimentos, podemos considerarla un filtro, porque tritura aquello que no queremos ver o notar al comer, como la cebolla, el pimiento...
¿Y que hacemos con lo que oímos, con lo que nos cuentan en las noticias, con lo que nos cuenta una vecina, con las opiniones de los demás o incluso con nuestros propios pensamientos?
Muchas veces nos las tragamos sin filtrar. Sin ninguna precaución.
¿Se acuerdan de la campaña de un conocido supermercado para salvar al planeta de las bolsas de plástico que ellos mismos daban para empaquetar nuestra?
Si, nos convencieron que por ecología habían tomado esa decisión, y para fomentar en nosotros ese mismo sentimiento ecologista comenzaron a cobrarnos las bolsas, ¿verdad?
Y ahora que las han reemplazado por bolsas biodegradables ¿por que las siguen cobrando si antes no lo hacían?
Pues porque quizás su intención primera no fuera salvar al planeta, sino eliminar un gasto importante como el de regalar millones de bolsas en miles de sucursales alrededor del mundo? O no?
Muchas veces las campañas publicitarias nos convencen de algo, pero otras veces aquello que tragamos sin filtrar son opiniones o comentarios de personas cercanas.
Cuando a alguien no le gusta nuestro nuevo corte de pelo. Cuando alguien da una opinión desfavorable sobre una idea nuestra. Cuando alguien hace un comentario despectivo sobre algún logro nuestro.
Aceptamos esas opiniones e inmediatamente nos sentimos mal con nuestro corte de pelo, o con nuestro proyecto o le quitamos valor a nuestros logros.
En este caso necesitamos poner filtros mentales para proteger nuestra autoestima o nuestro estado emocional de estas agresiones que no pretenden serlo pero las vivimos como tales.
También existen otros filtros mentales que si ponemos, pero que son perjudiciales para nosotros.
La visión de túnel consiste en enfocarnos en un solo aspecto (generalmente el negativo) de una situación. Una persona que entra en depresión esta utilizando este filtro mental, porque solo es capaz de percibir los aspectos negativos de su vida, de su relación con los demás, de su propio ser.
Si abrimos nuestro campo visual, o mental mejor dicho, podemos comprobar que aun tenemos muchos motivos para seguir siendo felices, que podemos hacer cambios y tomar decisiones para sentirnos mas felices.
Otro ejemplo de situaciones donde necesitamos poner filtros mentales :
Cuando hablamos con personas pesimistas, negativas, incapaces de ver las mismas posibilidades que nosotros vemos. Cuando estamos en contacto con personas tóxicas.
Escuchar y tragar toda la basura que nos tiran ese tipo de personas nos hace mucho daño. Básicamente porque el pesimismo es un virus contagioso.
El "Si, pero" es un filtro mental tanto interno como externo.
Ante una idea, una nueva perspectiva, un cambio o un nuevo proyecto, nuestra mente puede ver ese aspecto positivo, para rápidamente pasar a usar el filtro negativo limitante del "si, pero"
Quiero estudiar canto
Voy a aprender a hacer cremas naturales
Voy a mirar ofertas de trabajo en el norte
Son pensamientos y proyectos positivos, que podemos abortar inmediatamente cuando usamos el si pero, o cuando lo escuchamos de alguien cercano a nosotros.
Siempre habrá obstáculos, circunstancias difíciles, aprendizajes que hacer... Aunque lo único que determina que no lo consigamos es el aceptar limitaciones mentales.
La rigidez mental es otro filtro negativo que muchas personas llevan puesto.
Son esas personas que no pueden ver otras alternativas, que solo admiten que las cosas sean blancas o negras, que siguen los paradigmas como si fueran dogmas de fe. Y dejar que estas personas influyan en nuestras decisiones puede acarrearnos frustración y desilusión muchos anos después de haber dejado pasar sus opiniones sin filtrarlas.
¿Que filtro poner en este caso?
Nuestros propios deseos.
Si quiero aprender a tejer al crochet, para luego emprender una serie de talleres para mujeres, aunque los demás no crean que esto es una posible salida laboral, para seguir adelante tengo que usar el filtro de "es lo que yo deseo hacer y tengo derecho a equivocarme"
Por lo general el pesimista, el negativo, da su opinión para protegernos. Porque el piensa que efectivamente lo que queremos emprender no va s funcionar. Y para protegernos del dolor del fracaso, en lugar de apoyarnos, nos muestra todo lo que puede salir mal, a modo de advertencia, para cuidarnos.
Pero como comentaba antes, no todos vemos con los mismos ojos, y muchas otras personas pueden apreciar oportunidades donde el pesimista solo ve fracasos.
¿De que depende?
Siempre, nuestro futuro depende de las acciones y aprendizajes que hagamos. No de las circunstancias externas. Esta en nosotros mirar a la cara a nuestra realidad actual y decidirnos a cambiarla.
Mi abuelo, y muchos otros españoles, decidieron emigrar, como ahora lo están volviendo a hacer los bisnietos de esa generación. No nos podemos conformar con una realidad que no nos gusta. Podemos dar los pasos necesarios para cambiar nuestra realidad y la de muchas otras personas.
Viki Morandeira
Tu Coach Personal
Fuente: COACHING PARA PROTAGONISTAS