La estrategia de la «no acción»

Al hablar con muchas personas sobre coaching insisto en que es un proceso enfocado en la acción. Un diseño por muy creativo y prestigioso que resulte, sin la acción subsiguiente quedará en nada.
Ahora bien, la acción a la que me refiero consiste en hacer algo de forma consciente para conseguir tu propósito. Esto quiere decir que una acción es un recurso importante y básico cuando se le ha puesto conciencia.

Una acción sin conciencia tiene resultado, sí, aunque seguramente no sabrás para qué te sirve el resultado, o quizá no sea el esperado, si no realizaste ese acto con un objetivo concreto. Además actuar por actuar en muchas ocasiones está precedido del miedo, una huída hacia adelante que obtiene como resultado algo distinto a la meta prevista. Por el contrario, también puedes tomar la actitud de parar, dejar de hacer algo concreto, desde la total conciencia. En este último caso sabes que al tomar partido por el no movimiento en una situación determinada es porque has estudiado las opciones y desde la mayor conciencia que puedes tomar en ese momento decides que ese es precisamente el camino adecuado para ti.

Esta situación se ve muy clara en la comunicación. Partiendo de la premisa que es imposible no comunicar, ya que el lenguaje sin palabras es el más sincero de los lenguajes. El no feedback, la ausencia de una respuesta es ya, en sí misma, una respuesta. Si se evalúa, permitirá determinar cuál es el resultado de la comunicación y rectificar si se considera necesario.

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Yo recuerdo perfectamente un ejemplo que yo misma viví acerca de esto. En un curso de desarrollo personal, durante una dinámica, cada uno de nosotros podía elegir una persona para darle un mensaje sobre algo que nos gustaba de ella y otra persona para decirle algo que no nos gustaba. De esta forma hubo personas que recibieron varios mensajes positivos, algunas de ambos, algunas menos positivos y algunas que, simplemente, no recibieron esos mensajes. Entre estas últimas me encontré yo. Al principio resultó algo chocante, aunque finalmente fui consciente que me había sido dado el mejor feedback que yo podía esperar en ese momento. Mi poca apertura hasta ese momento había supuesto poca interactuación con el resto de participantes y de ahí que no hubiese generado emociones de uno u otro tipo. Me sirvió enormemente, pues al examinarlo, cambié, me abrí al contexto concreto y conseguí avanzar en mi proceso durante el curso y encontrarme con el resto de las personas desde otra perspectiva.

Por tanto, la decisión de «no acción» es una estrategia enormemente útil en algunos momentos siempre y cuando sea tomada dentro de un proceso y un plan de acción.

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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional

1ª Coach de Familias Monoparentales

http://www.coachingatualcance.com/

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