En las clases que he dado estos días he vuelto a recordar la gran fuerza de los vínculos que nos unen en la familia. Esos lazos invisibles que, en ocasiones, creemos no existen y cuanto más los niegas más hacen ellos por mostrarse.
He podido comprobar esto conmigo, en mi propia familia, con mis clientes y alumnos. Cuando tomamos ese vínculo, cuando lo mostramos al mundo, cuando nos enorgullecemos de él, entonces la fuerza de nuestros ancestros nos acompaña.
Tenemos vínculo con papá, con mamá, con nuestros hermanos, con nuestras parejas, los más fuertes, aunque están los vínculos con todos aquellos que están en nuestro sistema familiar.
Podemos dejar de tener una relación, podemos no tener contacto físico porque la persona no esté disponible para estar ahí. Eso no impide que el vínculo se abra paso en nuestro corazón y, en ocasiones, de forma tan profunda que las formas de mostrarse nos resultan extrañas.
La vida se abre paso, por eso mirar a la vida es realmente la forma de avanzar.
Un ejemplo de ello es la película «Madres e Hijas». Te dejo un trailer, a mi me llega al corazón, espero que a ti también.
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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales
http://www.coachingatualcance.com/