La Programación Neurolingüística (PNL): ampliando posibilidades, trazando nuevas sendas.

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Hace 12 años, en un momento de rutinaria existencia, mi vida dio un cambio radical. Y la tuya también puede darlo.

Una tarde de febrero de 1998, en pleno invierno londinense, decidí salirme de mi rutina y hacer algo inesperado y espectacular para mí, inscribiéndome en un curso de una temática que desconocía totalmente.
Todo empezó cuando asistí, como tenía por costumbre en aquel entonces, a una charla en un centro de conferencias que se activaba en lunes alternos. Las charlas eran de todo tipo, pero estaban enfocadas sobre todo a nuevas metodologías y técnicas para el desarrollo del bienestar y del éxito de la persona en sus diferentes ámbitos. Ese lunes cuando llegué al centro, me encontré algo inusitado: la cola para acceder a la conferencia daba toda la vuelta a la manzana. ¡Y yo que había llegado con media hora de adelanto!
Algo frustrada, y pensando que de ninguna manera lograría acceder a esta desconocida conferencia, me acerqué a una de las personas que hacían cola y le pregunté cuál era el tema de esa semana. Me contestó algo que más me parecía tener que ver con una intervención quirúrgica de algún aspecto de la anatomía cerebral: “Programación Neurolingüística” (en inglés, claro).
Me quedé de piedra. “¿Qué atractivo puede tener algo así?”, pensé. No obstante, y con mi testarudez característica, me rebelé contra la tendencia a rechazar lo que no entendía y activé mi curiosidad. Estaba claro que, para todas esas personas que hacían cola pacientemente en el frío, esta especie de intervención tenía algo que ofrecer.
Me uní a la cola y, así se iba moviendo lentamente en el frío y la oscuridad de la tarde londinense, más iba en aumento mi determinación para acceder a la conferencia. Mientras esperaba, me entretenía urdiendo planes para lograr acceder si me decían que el cupo estaba lleno. Me fui fijando en otras puertas de acceso al recinto, y en mi mente me iba diciendo los motivos por los que tenía que asistir, para recitárselo a cualquier persona que en la entrada fuera a decirme que no quedaban plazas.
Lo curioso es que, finalmente, fui una de las últimas personas que logró entrar a la sala. Jamás la había visto tan abarrotada de gente. Mi curiosidad iba en aumento. Cuando por fin comenzó la conferencia sobre Programación Neurolingüística, lo entendí. Los dos presentadores hablaron de una serie de modelos que permitían transformar nuestra manera de influir en nuestro bienestar, en nuestros modelos de conducta, en nuestra comunicación con los demás, y sobre todo en nuestra manera de ser, de estar y de actuar en el mundo. Nos mostraron también algunos de estos modelos en acción, a través de ejercicios que realizamos in situ. Cuando, además comentaron que vendría Richard Bandler, uno de los co-creadores de la PNL a ofrecer una formación, no lo dudé. Me inscribí allí mismo para la Certificación sabiendo que estaba ante un punto de inflexión en mi vida. Y no me equivoqué.
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Ese marzo verdaderamente llegó la primavera a mi vida. Con el Practitioner en PNL, impartido por Bandler transformé muchos de mis estados habituales para siempre. Transformé la pena, el dolor y el miedo en determinación, ilusión por la vida y en acción. Todas mis ideas acerca de lo que era posible y sobre lo que quería hacer en mi vida, cambiaron radicalmente. Estiré mi zona de confort, y comencé a dar pasos gigantescos en mi vida, cuando siempre había caminado con pasitos cautelosos.
Ese mismo verano, y habiendo ya dejado un empleo bien remunerado, di el salto a California, para seguir formándome e iniciar el trabajo que actualmente hago como formadora, consultora y coach; además, allí conocí a la que sería madrina de mi hijo y quien me abriría las puertas a Australia, años más tarde.
En definitiva, que esa fría tarde de invierno, se plantó en mí, a través de los modelos de la PNL, la semilla que sigue dando frutos en mi vida y generando más semillas, tanto para mí como para otras personas.
Ahora tú también tienes la oportunidad de experimentar los beneficios de la PNL del 18 al 30 de junio, en Gran Canaria.
Si deseas más información, ponte en contacto conmigo a través del 695 672 867 o en info@limpkin.es, y haz tu reserva ya para una experiencia transformadora. Las plazas están estrictamente limitadas a 16.
¡Nos vemos allí!
Gracias por tu Compañía y mucha Luz en tu camino.

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