LAS AFIRMACIONES SON UN TESORO DESAPROVECHADO

Las afirmaciones son un tesoro desaprovechado
Por Gary Craig
Hola a Todos,
Síganme la corriente por un momento mientras hago una declaración atrevida que pudiera generar resistencia por parte de muchos lectores. Aquí está…

«Las afirmaciones se encuentran entre las herramientas más poderosas que podemos utilizar para la transformación personal. Son altamente confiables, fáciles de utilizar y se basan en una lógica impecable.»

Hmmmm! Entonces ¿cómo es que casi ningún terapeuta las utiliza? Esta lista de correo electrónico está cargada de terapeutas y sanadores de todo tipo. Su refinamiento en el arte de la curación es impresionante, e incluye la retroalimentación neurológica, la hipnosis, las drogas, patrones de lenguaje, EMDR, terapias energéticas, trabajo en el cuerpo humano y una larga lista de otros métodos. He tenido innumerables conversaciones con ustedes a través del teléfono, del correo electrónico y de mis seminarios y, sin embargo, rara vez alguien ha mencionado las afirmaciones como una herramienta eficaz.

A pesar de ello, las afirmaciones son generalmente frente y centro de la amplia gama de libros sobre «usted es lo que piensa» y llevan con ellas una lógica contra la cual es difícil argumentar. En pocas palabras, la persistente repetición de una afirmación condiciona la mente para ver las cosas de otra manera. La afirmación eventualmente se instala como un pensamiento consistente que entonces aparece en nuestra realidad. Nuestros pensamientos consistentes se convierten en nuestra realidad. Muy sencillo. Va al grano. Es fácil de usar. Las afirmaciones son un verdadero tesoro desaprovechado en nuestra caja de herramientas de realización personal y estamos a punto de sacarlas a relucir.

Algunas personas consideran que las afirmaciones son inútiles y otras personas las consideran como simple basura. Para muchos representan una buena idea que, lamentablemente, no cumple sus promesas. Muchas personas las han probado pero se rinden porque «¡no funcionan!» La verdad es, sin embargo, que sí funcionan y funcionan excelentemente. Son muy confiables (tal vez más confiables que cualquier otra herramienta) y, de hecho, manifiestan en la vida de la gente eso que se afirma.

Ahora ¡pongan atención! Este es un párrafo vital. Las afirmaciones parecen no ser efectivas, solamente porque hay una pieza que le falta al proceso de afirmación que en su mayoría no ha sido reconocida. Tiene que ver con lo que realmente se afirma. A menudo NO tiene que ver con la afirmación que se hace. De hecho, a menudo es lo contrario. Nuestras afirmaciones son impresionantes en su capacidad para dar forma a nuestras vidas. Si escuchamos cómo nos hablamos a nosotros mismos oiremos prueba irrefutable de ello. Nuestra conversación con nosotros mismos contiene afirmaciones constantes relacionadas con nuestras creencias y actitudes existentes. Igual aplica en lo que respecta a nuestra conversación de día a día. Estas afirmaciones nos han llevado a la situación actual de nuestras vidas y nos han encerrado dentro de nuestras propias habitaciones limitantes en el palacio de las posibilidades. Para realmente aprovechar el poder de las afirmaciones, tenemos que asegurarnos de que las afirmaciones que están teniendo efecto son las que queremos. Ahí yace nuestro mayor reto y una utilización indispensable de EFT. Lee este párrafo de nuevo. Es fundamental.

Aquí tengo un ejemplo de lo que quiero decir. Supongamos que una mujer que pesa 90 kg utiliza una afirmación destinada a lograr un peso de 60. Ella podría afirmar algo así…

«Mi peso normal es de 60 kg y eso es lo que peso.»

La lógica aquí es que si ella sigue repitiendo la afirmación, llevará a cabo una forma de acondicionamiento mental. Como resultado de ello, se comenzará a ver a sí misma de forma distinta y ajustará naturalmente su ingesta de alimentos y sus hábitos de ejercicio para lograr y mantener este nuevo nivel de peso. Si se hace correctamente, no habría necesidad de involucrar fuerza de voluntad alguna. Sus hábitos de vida simplemente evolucionarían para hacer de ella una persona que se comporte como una mujer de 60 kg.

Sé que esto puede funcionar porque yo mismo lo hice. Hace unos 20 años perdí 14 kg repitiendo constantemente una afirmación que decía…

«Mi peso normal es de 72 kg y eso es lo que peso.»

En un período de 6 meses, y sin una dieta formal ni fuerza de voluntad, bajé a 72 y toda mi ropa tuvo que ser reducida. Mi peso hoy es de 74 libras. Es inconcebible para mí que yo llegue a pesar 86 kg otra vez. Mi imagen propia como una persona que pesa 72 kg es parte de esos «pensamientos habituales que se han convertido en mi realidad.» También utilicé una afirmación para incrementar mis ingresos de US$18,000 por año a más de US$400,000. Una vez más, esto no involucró fuerza de voluntad alguna. Tampoco trabajé más horas. Yo era un vendedor de seguros de vida y comencé a contactar a los clientes más adinerados que antes percibía como «más grandes que yo». Ellos compraron pólizas de seguro más amplias. Así de simple.

Pero la mayoría de las personas no ha vivido esta experiencia. ¿Por qué? Debido a que la afirmación que se hacen a sí mismas no es la «verdadera» afirmación. Como verán, la afirmación que se hace a menudo encuentra que hay otra afirmación que compite contra ella dentro del sistema de la persona. Esa afirmación que compite se engancha, de forma sutil pero eficaz, al final de la afirmación que ha sido hecha con un «sí, pero…», y se convierte en la «verdadera» afirmación.

Por ejemplo, nuestra mujer de 90 kg que dice: «Mi peso normal es de 60 kg y eso es lo que peso» probablemente tiene varios «sí, pero…» que aparecen al final de su afirmación. Podrían aparecer así…

«Pero si pierdes peso, otros esperarán que no engordes otra vez.»
«Pero si pierdes peso, tendrás que gastar mucho dinero en ropa nueva.»
«Pero si pierdes peso, los hombres ligarán contigo y querrán tener sexo.»
«Pero si pierdes peso, los hombres no ligarán contigo y entonces sabrás que no eres atractiva.»
«Pero si pierdes peso, tendrás que renunciar a tus alimentos favoritos.»

Esta lista de los «sí, pero…» es interminable. Estos son sólo ejemplos. No se hablan ni se articulan, por supuesto, pero son reflexiones sutiles (y poderosas) de los obstáculos existentes para perder peso. ¿Pueden estos obstáculos ser eventualmente anulados por el uso persistente de la afirmación? Probablemente. Sin embargo, no es cualquiera el que mantendrá esta persistencia. ¿Por qué? Porque en primer lugar, no ven ningún resultado inmediato y, en segundo lugar, se sienten incómodos con la discordia emocional que ocurre entre la afirmación y los «sí pero…» que compiten. A menudo llegan a la conclusión de que se están mintiendo a sí mismos y acaban por rendirse. Como pueden ver, el proceso de afirmación generalmente necesita ayuda. Este proceso necesita EFT para borrar los «sí, pero…» existentes.

Esto nos lleva a uno de los aspectos verdaderamente poderosos de las afirmaciones, y es que, una vez que una afirmación ha sido realmente instalada, no se remueve fácilmente. Se convierte en una parte permanente de su persona hasta que usted la sustituya. Por ejemplo, esas

afirmaciones de los «sí, pero…» de nuestra mujer de 90 kg han establecido su residencia dentro del sistema dicha mujer. Están arraigadas. Están escritas en sus paredes y se han convertido en sus pensamientos consistentes que, por supuesto, se han convertido en su realidad. Son obstinadas y no están dispuestas a ser fácilmente «alejadas con palabras» a través de una nueva afirmación que carezca de ayuda. Eso sería como intentar derribar a un rascacielos con una blanda pieza de espagueti. Ella se ve a sí misma como una mujer de 90 kg — ¡y eso es todo! Su peso es un reflejo de sus afirmaciones existentes – de lo escrito en sus paredes. La buena noticia es que una vez que la nueva «afirmación de 60 kg» realmente se lleva a cabo, se convierte en el nuevo pensamiento consistente y es tan obstinada como la anterior «sí, pero…de 90 kg» que sustituyó. Aumentar de peso nuevamente sería incompatible con los pensamientos consistentes que recién residen en ella.

Si nos escuchamos hablar a nosotros mismos, oiremos nuestros «límites» y otras formas de afirmaciones que se despliegan desde nuestro interior. Cosas como…

«No puedo cantar,»
«Hacer dinero no es espiritual,»
«Las mujeres no pueden competir en un mundo hombres,»
«Nunca parezco encontrar las palabras correctas,» etc. etc. etc.

… sirven como afirmaciones que nos mantienen justo donde estamos. Las afirmaciones son poderosas, muy poderosas. Las utilizamos cada minuto del día. Modelan nuestras vidas porque reflejan nuestras creencias y nuestras actitudes. Ustedes las están utilizando en este preciso momento mientras leen esto. Ustedes están consultando los escritos en sus paredes (sus afirmaciones existentes) para estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que estoy diciendo. ¿Se han encontrado diciéndose a sí mismos: «Sí, pero…» al leer esto? Si es así, están afirmando algo, probablemente una limitación.

Esta es la razón por la que he dicho antes que las afirmaciones…
«… Son muy fiables (tal vez más confiables que cualquier otra herramienta), y en efecto, manifiestan en las vidas de las personas eso que se afirma.»

No cabe duda de que las afirmaciones correctamente instaladas trabajan muy poderosamente. El único truco aquí es asegurarse de que la afirmación que usted realmente quiere es la verdadera afirmación.

Aquí es donde entra EFT. Sirve como un borrador muy eficaz de todas las emociones y creencias negativas que funcionan como «sí, pero…» competidores. Con el hábil uso de EFT, todos y cada uno de los bloqueos para la realización personal pueden ser eliminados, proporcionando así una pared limpia en la que escribir nuestros nuevos pensamientos consistentes. Borrar y reemplazar. Borrar y reemplazar. Una vez que la competencia se ha esfumado, la afirmación tendrá el camino libre. Esto es emocionante. Es transformador. Esta combinación de EFT con las afirmaciones nos permite rediseñar completamente nuestros sistemas. Nos permite borrar los bloqueos e instalar nuestros sueños. Las finanzas pueden ser abundantes. Las amistades pueden florecer. Y la paz personal puede proliferar.

Hasta ahora EFT ha sido un borrador independiente sin medios para instalar sueños. Las afirmaciones, por otro lado, han sido herramientas independientes para instalar sueños sin un medio para borrar los «sí, pero…» competidores. Ahora podemos combinar ambas herramientas y llevarnos a nosotros mismos y a nuestros clientes a las habitaciones más gloriosas del Palacio de las Posibilidades. Me encanta la gente que persigue sus posibilidades. Me encanta la gente con sueños. Ellas hacen que las cosas sucedan. Predican con su ejemplo. ¿Verdad que eso es totalmente emocionante?

Más para la próxima vez.

Abrazos.

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