Dan Booth Cohen, en su libro ‘Llevo tu corazón en mi corazón. Las Constelaciones Familiares y el sistema penitenciario’, menciona que: “en la práctica, Hellinger despojó paulatinamente a las representaciones teatralizadas de sus elementos cinéticos y verbales, surgiendo entonces los movimientos y los conceptos del proceso de las constelaciones familiares, perdiendo interés en lo narrativo, cognitivo o emocional, y que, en cambio, el proceso tuviese como meta la identificación y la liberación de impulsos y de las lealtades ocultas insertas en el inconsciente”.
En el año 2001, Bert Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares, fue entrevistado en Barcelona por Joan Garriga, Mireia Darder y Ramón Resino. Ahí, Hellinger afirmaba que sentimiento primario es el sentimiento inmediato ante una situación: Y esos sentimientos me permiten hacerme cargo de una situación. Son cortos. Están al servicio de la acción. Y cuando llegan a su meta, se acaban. Por ejemplo, el amor entre un hombre y una mujer, el duelo profundo, la ira o la agresión. Cuando alguien suelta ese duelo, entonces es corto. Y la persona está otra vez libre.
Luego vienen los sentimientos secundarios, o sea todos los sentimientos intensos que son falsos y abrumadores. Esos sentimientos no tienen justificación. Esos sentimientos tienen la función de que alguien haga algo por ti que tú no tienes planes de hacer. Por ejemplo, los reclamos y la exigencia de ayuda. Cuando alguien entra en ese tipo de sentimiento, inmediatamente cierra los ojos. Por ejemplo, los clientes que llegan e inmediatamente cierran los ojos y se ponen a llorar. A mí no me impresionan. Yo sé que es un juego. Yo les digo: “por favor, mírame”, ¿de qué color son mis ojos? Y en el momento en que me miran el sentimiento cambia inmediatamente.
Cuando yo paro en seco un sentimiento de estos. Se pone inmediatamente agresivo conmigo. Y por eso uno no puede tener compasión con ellos. Y uno sabe que él es peligroso. Tiene uno que ir con cuidado.
Cuando uno sabe que alguien está atrapado en los sentimientos secundarios, uno debe protegerse e interrumpir porque esa persona se vuelve peligrosa.
Los sentimientos sutiles son los sentimientos del espíritu. La felicidad en un estado liviano. La alegría que es liviana. El amor que es liviano. Y no tiene emociones, yo los llamo “Meta Sentimientos”. Están ordenados por encima. Y son puramente energía activa. Por ejemplo, un cirujano es agresivo. Pero no es sus sentimientos. Él tiene que ser agresivo, porque si no puede operar a nadie. Pero lo está haciendo desde una esfera espiritual. Entonces tiene fuerza para hacer lo que le corresponde. Y al mismo tiempo lo está haciendo desde el amor. Todo eso queda a nivel del espíritu. Ahí, en el espíritu, los sentimientos son sutiles.
Y por ejemplo, en las constelaciones familiares, hacemos lo mismo. Cuando representamos partiendo de un movimiento del espíritu siento la diferencia, no hay una sensación interna mía. Es del espíritu. No hay compasión. Y cuando uno a alguien lo quiere engañar… Yo no entro uno en la misma reacción. Uno no entra en sentimientos secundarios. Uno si siente emociones, pero no siente emociones secundarias. Sino que siente las sensaciones primarias del cliente.
De mis apuntes en un Diplomado de Constelaciones Familiares (2007-2008) tengo esto:
Que en el paciente procuran que éste esté disociado y con los ojos abiertos, no necesariamente relajado pero sí con disposición o centrado, para que emerjan transformaciones ‘energéticas’ o sentimientos sutiles, que en la actualidad aún es difícil explicar científicamente. También, tienen en común que se basan en la integración de varios enfoques o técnicas anteriores y exitosas, lo cual potencia su efectividad.
No. Hay que comprender que, a 70 años de la muerte de Freud, y a 42 años del fallecimiento de Fritz Perls, actualmente existen alternativas que han demostrado mayor rapidez, menor o nulo dramatismo emocional, e igual o mayor eficacia en los resultados favorables. Sin embargo, ambos tipos de enfoques señalados siguen y seguirán coexistiendo, además de que hay algunos expertos gestaltistas y otros pobres terapeutas energéticos, o viceversa. Yo opino que vale la pena experimentar ambos enfoques y, por qué no, usar alguno de los dos según se vea la necesidad, así lo he hecho yo.
Fuente: BERNAL27