Después de terminada su delicia gastronómica para la que nos hemos esmerado en servirle, sabemos que volverá, pero lo que no sabemos es el motivo por el cual dejaría de hacerlo. Queremos que sepa el cariño y la delicadeza con la que trabaja nuestro cocinero para hacer de su platillo una experiencia sublime donde olvide los problemas y la tensión de la ciudad. Inundando así sus sentidos desde el primer bocado. De modo tal que nuestro chef les pide a cambio solamente le permitan saber que es lo primero que sintió al iniciar y terminar su plato especial. Y que razones tendría de probarlo en otro restaurante distinto de tener la oportunidad.
Alvaro Murillo
Fuente: PNL – Elisabeth Tepper Kofod