- Tratando a todos amablemente por igual, sin importar su contribución, lo único que lograrás es asegurarte que la ira de la gente más productiva y creativa de la organización vaya creciendo.
- Los verdaderos líderes se hacen a sí mismos accesibles y disponibles para los demás
- Los expertos a menudo poseen más información que capacidad para discernir. Las políticas que a menudo son dictadas desde “torres de marfil” tienen un impacto adverso en la gente que es la que lucha las batallas del día a día para traer los beneficios a la empresa. Los verdaderos líderes son combativos de cara a estas tendencias.
- No tengas miedo en desafiar o a contradecir a la gente que está a tu favor. Si tienes a un miembro del equipo que te dice siempre que sí, entonces uno de los dos sobra.
- Nunca descuides los detalles. Cuando la mente de todos está como embotada o distraída, el líder debe estar al corriente de lo que pasa el doble. Los buenos líderes delegan y empoderan a los otros libremente, pero prestan atención a los detalles, cada día. El trabajo de un líder no es ser el jefe organizador sino el jefe desorganizador.
- No sabes lo que conseguirás hasta que lo intentes. Los buenos líderes no esperan una bendición oficial para hacer algo. Si pides permiso lo suficiente, inevitablememente te toparás con alguien que cree que su trabajo es decir “no”. Entonces la moraleja es no preguntes.
- Siempre busca que hay debajo de las apariencias. No evites hacerlo solo porque no te gusta lo que encuentras.
- La organización en realidad no logra nada. Los planes no logran nada, las teorías del management no importan mucho. Los esfuerzos tienen éxito o fracasan por la gente que los lleva adelante. Sólo por atraer a la mejor gente, podrás alcanzar importantes logros.
- Los diagramas organizacionales y los títulos de fantasía no cuentan para nada. En las organizaciones bien llevadas, los títulos son apenas importantes. Los títulos significan muy poco en términos de poder real, que es la capacidad para influenciar e inspirar a los demás.
- La pregunta más importante en la evaluación de desempeño no es precisamente “¿Qué tan bien has desempeñado tu trabajo desde la última vez que nos vimos?” sino “¿Qué tanto cambiaste tu desempeño?”.
- Los líderes rinden honor a sus valores pero son flexibles en cómo los ejecutan
- El optimismo constante es una fuerza multiplicadora. Los líderes quejosos y culposos generan estos mismos comportamientos entre sus colegas.
- Puedes entrenar en fundamentos del negocio a un junior brillante y dispuesto sin mayores problemas. Pero es mucho más difícil entrenar a alguien para que tenga integridad, discernimiento, equidad y capacidad para que las cosas se hagan. Los buenos líderes hacen valer la posibilidad de dar su opinión en la fase de reclutamiento.
- Los grandes líderes son casi siempre grandes simplificadores, que pueden cortar con sus argumentos los debates, dudas, para dar una solución que todos puedan comprender. ¿El resultado? Claridad en las intenciones, credibilidad del liderazgo e integridad de la organización.
- Cuando tengas entre un 40/70 % de la información sigue tus instintos. No esperes a tener suficientes hechos para estar 100% seguro porque para ese entonces quizás sea demasiado tarde.
- Dale el poder y la responsabilidad financiera a los chicos que están trayendo el dinero a la organización y no a aquellos que contabilizan o analizan a estos.
- Rodéate de gente que toma su trabajo en serio, no a sí mismos, aquellos que trabajan duro y juegan duro.
- Los mandos están solos. Puedes fomentar la participación e involucramiento del management pero la esencia del liderazgo es la voluntad de llevar a cabo las más pesadas e inequívocas decisiones que tendrán impacto sobre el destino de la organización.
Fuente: Unioncoach
Fuente: liredazgo