Nunca caminé por el camino trazado, pues solo conduce donde ya fueron otros. (Alexander Graham Bell)
Mucha gente tiene «caminos» trazados en su vida, pautas, rutinas, por los que transitan siempre, partiendo de un lugar para llegar a otro, caminos que recorren una y otra vez, haciendo las mismas cosas, frecuentando los mismos lugares, las mismas compañias…
Te invito a que revises los «caminos» que tienes actualmente trazados en tu vida, y a reflexionar hacia donde te conducen y si realmente es el destino al que quieres llegar.
Si el balance de este pequeño ejercicio te resulta positivo, te animo a que sigas transitando por esos mismos caminos, disfrutando de los resultados…pero si la respuesta es NO, quizás haya llegado el momento de «perderse» voluntariamente, tomar algún desvío, y empezar a transitar por caminos desconocidos, caminos que te conduzcan hacia esa vida que quieres vivir, pero que hasta ahora no habías dado el paso de tomarlos.
En la vida, la distancia más corta entre dos puntos a menudo no es una línea recta, sino que muchas veces, para acortar el camino, incluso hemos de retroceder lo andado hasta ahora, así como la manera más rápida de llegar no tiene por que ser necesariamente la más veloz.
Lo realmente importante en la vida es tener clara la dirección que queremos tomar, sin descartar a priori ningún camino o medio de transporte que se dirija hacia ella.
El ser humano es un animal de costumbres, de rutinas, y el cambio no le resulta agradable, sin embargo, si te paras a pensar un segundo, puede que el nuevo camino que tienes ante tí no lo conozcas, pero lo que sí sabes es hacia donde se dirige, hacia la consecución de tu proyecto de vida.
Por último me gustaría invitarte, a que pruebes a tomar caminos alternativos en tu vida, especialmente en esas cosas que sabes que no funcionan, si no funcionan ya…
¿Qué puedes perder probando a hacerlas de manera diferente?