Lo conseguí el mismo día que me lo recomendó y la verdad es que lo he “devorado” en poco tiempo porque de manera sencilla, práctica y ágil explicita muchas cosas interesantes para un emprendedor como yo que, a pesar de llevar sobre sus espaldas ya muchos años y varias empresas creadas o participadas, nunca deja de aprender de aquellas personas que con su mejor voluntad intentan poner encima de la mesa su sapiencia para ayudar a otros menos avezados como es mi caso.
Según reza la portada del libro, los próximos 30 años “Van a ser los más interesantes de la historia de la humanidad. Y a ti te toca decidir si quieres vivirlos como espectador o como protagonista” y la verdad es que solamente este primer pensamiento que te asalta antes comenzar a leer la obra, me ha “enganchado” desde el primer momento en su lectura.
Durante el recorrido por sus páginas, he recordado –tal vez tienen algunas ideas de fondo que tocan las mismas fibras- aquél otro libro que en su día me impactó sobremanera: “50 claves para hacer de usted una marca” del siempre ameno y original Tom Peters.
Según Álvaro González-Alorda, nos encontramos con generaciones de personas que se encuentran atrapados en una “vida profesional plana” y bloqueados a la hora de desempeñar el puesto de trabajo que ocupan la mayor parte de su tiempo.
En muchas ocasiones con talentos infrautilizados por las organizaciones, nos lanza el reto de tomar las riendas de nuestra vida profesional y acometer la tarea de encontrar un maestro inspirador, que nos permita recorrer las etapas del aprendizaje con una mayor rapidez, usando el atajo de la colaboración y el aprendizaje práctico (Pone el ejemplo de su propia experiencia con Luis Huete y la peculiar manera en que se conocieron ambos y creció una colaboración que perdura)
Anima a ser valientes y a través de la autodisciplina y la creación de nuestra propia marca personal, ser innovadores, emprendedores y tomar la iniciativa, “apuntar a la luna” -como en su día hizo el Presidente Kennedy para inspirar a su país- para que nuestro objetivo guíe nuestra actuación y no perdamos foco del diseño de nuestra propia vida y para así poder perseguir nuestros sueños.
Según Álvaro es imprescindible buscar el equilibrio, rodearnos de personas de las que aprender haciendo y cultivando amigos de verdad, creando nuestro propio modelo de negocio, usando las redes sociales con una estrategia clara, etc. Con la perspectiva final de dedicar nuestros próximos 30 años a cambiar el mundo.
Asumir nuestro propio destino, ser capaces de tomar las riendas y pensar en el futuro profesional en términos de cambio, de iniciativa, de innovación, de aprendizaje constante, de cultivo de las relaciones de amistad y de las relaciones que nos hacen crecer y aprender cada día,… no es tarea fácil aunque no deja de ser muy motivadora y muy esperanzadora, ¿No te parece?.
¿Puede haber alguna misión más importante que esa para los próximos 30 años?
Fuente: COACHING PRÁCTICO