Según Michael Neill, “Aquello que decidas nunca impactará tu vida tanto como tu forma de manejar las consecuencias de tus decisiones”. Un ejemplo: casarse con la persona equivocada no es más que un error, pero continuar en matrimonio (o relación de pareja) con él o ella y vivir en la amargura por ello, es una pésima decisión. Meter la pata en algo es un error, pero permitir que ello te carcoma por dentro una y otra vez, es una pésima decisión. Puedes transformar las pésimas decisiones, cambiando de idea y tomando una decisión alternativa y diferente. ¿Qué decisión alternativa tomarás hoy? Yo ya he escogido la mía ;-))
Fuente: El coaching transformador