No todo es lo que parece ni tampoco lo que conoces. Siempre hay algo más…
Aunque no te lo hayan enseñado, no lo hayas aprendido o no se haya manifestado.
¿Nunca te has quedado con la sensación de no haber enseñado lo mejor de ti? Yo si…
Ayer hablaba de etiquetas, lo mucho que cuesta quitarlas…hoy pensaba en cómo influyen de manera extraordinaria nuestras acciones y creencias.
Uno de los axiomas en los que se basa la PNL es “no importa si es verdad o mentira, lo que importa es si te funciona o no”.
Sacar lo mejor de uno mismo y de los demás no es tarea fácil.
Filtramos la información según el momento, lo que percibimos y como nos encontramos o sentimos en ese instante. Una misma información en «otro tiempo” adquiere «otra dimensión», pues en realidad observamos una ínfima parte de nuestra realidad.
Las situaciones, organizaciones, instituciones y personas son mucho más. Más de lo que tenemos capacidad de conocer.
Por ello solo nos queda que aprender.
Aprender de lo vivido y experimentado, aunque el miedo a lo diferente o a lo desconocido, el orgullo o la prepotencia creyendo que solo lo nuestro es válido, sabiendo que si no aprendemos cerramos la puerta al desarrollo de nosotros mismos y de aquellos que nos acompañan en “nuestro camino”.
Por ello, estos quince días he aprendido que:
Sigo queriendo ser humilde para aprender de todos y de mí.
Que puedo sacar el valor de lo vivido, conocido y sin conocer.
Que soy flexible mucho más de lo que en ocasiones puedo llegar a creer.
Que la serenidad y la eficacia me siguen acompañando en mis decisiones.
Que respeto…porque así me respetaran los demás.
Estos son aprendizajes del verano….desde la orilla del mediterráneo mirando a Ibiza…J
Fuente: Coaching Politico