Cuando hablamos de Trabajo en Equipo, no implica que todas las decisiones deban ser tomadas con el consenso de todos los profesionales. El pensamiento grupal, es desequilibrado. Provoca el llamado «efecto asamblea», hace que tengan más motivación a hablar los más osados, mientras que una mayoría silenciosa de “tibios” permanece callada. Resultado: se determina ir a una huelga invocando la voz de la asamblea, cuando en realidad la voluntad colectiva promedio era otra y no se explicitó en la reunión.
Estudios posteriores al de Stoner mostraron que los grupos producen una “polarización” en las decisiones: llevan la toma de riesgo o el conservadurismo al extremo. Y no es la única contra: comparados con los individuos, los grupos tienden a ser más dogmáticos y más propensos a justificar actitudes irracionales..