
amiga). Le señalo que si yo fuera sus padres me sentiría muy mal de oírla hablar con tanto desprecio del barrio donde vive, donde tiene su casa. Le digo que su barrio forma parte de su historia, y que es el lugar que han escogido sus padres para vivir, y eso debe respetarlo. Le comento que ese desprecio a ella no le hace bien y que la debilita.
Aquí les hablo del orden y la ley, y les propongo la vía del diálogo para resolver el conflicto de una forma positiva con su colaboración.
Fuente: Pedagogía Sistémica