Si hace varios siglos, durante la construcción del monasterio de El Escorial en Madrid le hubiéramos preguntado a los albañiles que estaban participando en su construcción podríamos, quizá, haber obtenido alguna de las siguientes respuestas.
Uno de los albañiles podría habernos contestado: “Estoy poniendo ladrillos para construir un muro, estoy haciendo mi trabajo lo mejor que se”.
El otro podría habernos respondido: “Estoy construyendo uno de los monasterios más grandes y bellos del mundo, que perdurará durante muchos siglos y será considerado como una de las maravillas construidas por el hombre que tardó nada más y nada menos que cien años en terminarse”.
La diferencia está en tí, en cómo sientas de lo que formas parte tanto personal como profesionalmente.
Un abrazo. Mari Cruz
Fuente: Cruz Coaching