Cuenta la leyenda que una jóven desde pequeña, mientras todo el mundo la felicitaba profusamente y le deseaba toda la felicidad del mundo, recibía de su abuela, cada año, alternativamente, una perla blanca y otra negra, con unas simples palabras, “te deseo todo aquello que sea bueno para tí”.

Por eso hoy te deseo muchas felicidades y “Todo aquello que sea bueno para ti”.
Fuente: Cruz Coaching