Hoy voy a salirme un poco de los temas que suelo tratar, voy a recordaros algunas de las leyes científicas que rigen nuestras vidas, que me disculpen por tanta osadía los científicos, sólo pretendo establecer un punto de partida diferente para llegar a las mismas conclusiones recurrentes en todos mis posts y que en muchos momentos olvidamos, y si que sería conveniente que las tuviéramos en cuenta en nuestro día a día para comprender detalles que en principio parecen insignificantes y no lo son; sobretodo porque nos sirven para darnos cuenta que la ciencia no está tan alejada de los comportamientos humanos, todos somos uno.
La Ley de Amontons, definida como fuerza de rozamiento o de fricción, es la fuerza resultante que se compone de la fuerza normal (perpendicular a las superficies en contacto) y de la fuerza de rozamiento, paralela a las superficies en contacto. Puede ser dinámica y estática; como definición obtenida de wikipedia bastaría.
Me sirve para pararme a relacionar las fuerzas o energías con las que nos relacionamos con los demás; teniendo en cuenta que el resultado que obtendremos será fruto de la fuerza o energía que pongamos en la relación así como la intensidad, y la dimensión de la superficie receptora, o dicho de otro modo el otro ser con el que nos relacionamos, en función de nuestra pericia en la intensidad y la positividad de ese rozamiento, así como de la disposición del receptor se obtendrá mejor fuerza de rozamiento. Muy simple a primera vista, todo esta en nuestras manos o mejor dicho en nuestra fuerza y superficies de contacto.
Las leyes de Kepler fueron enunciadas para describir matemáticamente el movimiento de los planetas en sus órbitas alrededor del Sol. Al igual que todos los planetas se desplazan alrededor del Sol, todos los seres humanos son lo que son gracias a los demás seres que forman parte de su vida, es lo que ultimamente se está definiendo como constelaciones familiares u organizacionales, ya lo decía Ortega y Gasset, «Yo soy yo y mis circunstancias».
Las Leyes de la termodinámica es una rama de la física que estudia los efectos de los cambios de magnitudes de los sistemas a un nivel macroscópico, proviene de la mezcla de la fuerza y el calor.
Y que me disculpen los físicos, voy a hacer su correlación al mi campo de trabajo; como bien se díce vulgarmente, «La materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma» y precisamente eso es lo que ocurre con los seres humanos y sus relaciones.
Pasamos de una etapa vital a otra sin apenas darnos cuenta, formamos parte de complejas redes de relaciones con multitud de personas a lo largo de nuestra vida, que conforman lo que finalmente somos, somos la esencia de nuestros aprendizajes que no son más que la transformación de nuestra fuerza con el calor de los demás.
Leyes de Mendel son un conjunto de reglas básicas sobre la transmisión por herencia de las características de los organismos padres a sus hijos; lo que pudiera llamarse impronta genética. Se dice por lo tanto que ciertos rasgos del caracter son transmitidos de padres a hijos por sus genes.
Conlleva a que como indica Mendel se puede conocer como será un nuevo individuo si se conocen los fenotipos básicos. Si lo relacionamos con las herramientas que disponemos actualmente para analizar los diferentes tipos de personalidad lo más cercano que encontramos es el eneagrama que basa sus fundamentos en nueve diferentes eneatipos de conductas y sus correspondientes patologías descritas por la Asociación Psiquiátrica de los Estados Unidos (American Psychiatric Association)
Las Leyes de Newton, también conocidas como Leyes del movimiento de Newton, son tres principios a partir de los cuales se explican la mayor parte de los problemas planteados por la dinámica, en particular aquellos relativos al movimiento de los cuerpos. Revolucionaron los conceptos básicos de la física y el movimiento de los cuerpos en el universo, me voy a detener en el último que precisa la importancia de distinguir entre lo absoluto y relativo siempre que se hable de tiempo, espacio, lugar o movimiento.
Y a los coachees y formadores nos es de vital importancia recordar esta tercera ley, todo es relevante en función del marco de referencia que tomemos en consideración, así como la perspectiva desde dónde se ve y por quién es visto, los famosos reencuadres que ya muchos conocéis, y a colación me viene a la mente la famosa frase del Talmud, «No vemos la realidad tal cual es sino tal cual somos».
La ley de Coulomb puede expresarse como, la magnitud de cada una de las fuerzas eléctricas con que interactúan dos cargas puntuales en reposo es directamente proporcional al producto de la magnitud de ambas cargas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa.
Como ésta no es de mis favoritas me voy a centrar en lo que considero me viene como anillo al dedo para hablar de la psicología positiva. Si ciertamente existe una conexión con esta ley y la psicología; también llamada ley de cargas tiene que ver con las cargas eléctricas de un material, es decir, depende de si sus cargas son negativas o positivas. Del mismo modo que si nosotros ante cualquier situación adoptamos una postura negativa el resultado final será muy diferente de si adoptamos siempre una postura positiva, convendría recordar que la psicología positiva no pasa por ser irracional sino todo lo contrario, ser realista en todo momento para encontrar puntos de aprendizaje en todo lo que acontece y se vive.
Ley de Ohm, enuncia que la corriente que circula por un conductor eléctrico es directamente proporcional a la tensión e inversamente proporcional a la resistencia siempre y cuando su temperatura se mantenga constante.
Como en los caso anteriores me voy a centrar en que se descubrió que la corriente que fluye a través de un resistor ideal tiene fluctuaciones estadísticas, y eso me lleva en mi campo a la intensidad emocional, esa intensidad que gradamos nosotros en función de cómo sepamos gestionar nuestras emociones no en función de los impactos del exterior que recibimos, si no en función de lo bien que conozcamos las emociones y cómo aparecen manifestadas en nuestro cuerpo.
La ley de Hubble es una ley de cosmología física que establece que el corrimiento al rojo de una galaxia es proporcional a la distancia a la que ésta se encuentra. Se puede inferir que las galaxias se alejan unas de otras a una velocidad proporcional a su distancia, relación más general que se conoce como relación velocidad-distancia.
Si aplicamos algun aprendizaje de esta ley a nuestras relaciones cotidianas me lleva a recordar que ciertamente cuanto más lejanas sentimos a determinadas personas bien por afinidad o razones quizá objetivas mucho más tardamos en reaccionar cuando hemos de relacionarnos con ellas. Quizá si contraviniéramos esta ley en nuestro día a día y nos acercáramos a mucha más velocidad a quienes parece sentimos más léjos redundaría en la mejora de nuestras relaciones y las de los demás.
Las leyes de conservación se refieren a las leyes físicas que postulan que durante la evolución temporal de un sistema aislado ciertas magnitudes tienen un valor constante. Puesto que el universo entero constituye un sistema aislado pueden aplicársele diversas leyes de conservación. En este sentido sería interesante recordar que el valor constante en el ser humano es el cambio, ya lo dijo Heráclito de Efeso, «Nada es permanente a excepción del cambio»
Espero que os hayan gustado estas nueve leyes cotidianas que curiosamente tiene son el mismo número que los eneatipos que enuncia eneagrama en la descripción de los diferentes tipos de personalidad. Si es que todo conecta tarde o temprano.
Un abrazo.
Mari Cruz
Mari Cruz
Nota: Disculpad, ya que por problemas técnicos no me es posible responder a vuestros comentarios recientes. Puedo hacerlo cuando se publique automaticamente en facebook, gracias por la comprensión.
Fuente: Cruz Coaching