Sirva el post de hoy para desear a todos los padres que disfruten del día en compañía de sus hijos, y a todos los hijos que aprovechen el día con su padre ya que quizá dentro de unos años no les será posible, y dado que esta noche tendremos la mayor luna llena en muchos años que aprovechen el momento para observarla juntos, aceptándose tal como son, compartiendo sus diferentes sueños esta bonita noche que nos espera.
Me gustaría dejaros esta canción que compuso Eric Clapton «Tears In Heaven» dedicada a su hijo fallecido con tan sólo cuatro años; y dedicársela a otro niño de siete años, Ezequiel, el niño del que tan poco se habló en los medios.
Cada uno de nosotros muestra el agradecimiento a su padre de un modo diferente, Jorge Manrique lo hizo con sus coplas, está en el sentir y vivir de cada uno el modo que gustará a su padre.
En muchas ocasiones de la vida nos es dificil aceptar cuando somos, se supone adultos, el modo en el que nuestros padres, ambos, nos han educado, mostrado su cariño y apoyo a lo largo de nuestra vida, y en innumerables ocasiones nos mostramos jueces exigiendo haber recibido otro tipo de trato de nuestro padre o madre.
Muchos de nosotros comprendemos a medida que la vida avanza que no sólo hicieron lo mejor posible en función de las circunstancias que les tocaron vivir, sus expeciencias vitales, y su forma de ser, sino que algunos precisamos llegar a ser padres para darnos cuenta la dificil tarea que es, no se puede aprender de los libros por muchos que se compren y estudien, sino que es educando cuando se aprende a ser padre, ya que cada hijo es diferente y cada hijo precisará un modo diferenciado.
Quizá comenzamos a valorar a nuestros padres, cuando ya va siendo demasiado tarde. O quizá nunca es demasiado tarde, y todavía estás a tiempo de disfrutar de sus virtudes y asumir sus limitaciones, sólo es cuestión que pongas a prueba tu paciencia y agradecimiento, ya que tú no serías quién eres sin haber sido su hijo, sin haber aprendido de ellos en el modo en el que te transmitieron todo lo que ellos son.
En la medida que asumes y aceptas sus limitaciones estás aceptando las tuyas, si no aceptas como son vivirás a disgusto contigo mismo. Hasta que te integres a tus padres, ambos con sus polaridades, dentro de tí no podrás volar por tí mismo desplegando tus alas plenamente.
Quizá todo comience a cambiar en la sociedad cuando seamos conscientes de que tanto el rol de padre, no sólo el de madre, no es objeto de chantaje sino que es un derecho, y como tal derecho no ha de serle robado ni al padre ni a la madre, por supuesto si desea disfrutar de ese bonito rol o derecho que concede la vida, que no pasa sólo por ser una etiqueta social que cubrir economicamente sino que va mucho más allá, y pasa por asumir una responsabilidad para disfrute de ambos, hijo y padre, en el proceso que es aprender a vivir.
Un abrazo. Mari Cruz
Fuente: Cruz Coaching