Soy consciente de que no hay fórmulas mágicas para la solución de los problemas que se nos presentan en la vida, porque hay tantas formas de abordajes como personas y capacidades existen, pero, no obstante, la actitud adecuada para hacerles frente va a marcar grandes diferencias entre una forma negativa, que nos hace morir en vida porque nos introduce en una gran crisis emocional, y la otra forma positiva, la inteligente emocionalmente, que nos introduce en un estado de verdadera actitud de gestión de estos problemas.
La forma desde la que decida enfrentarme a esas situaciones es la que va a marcar qué camino será el que con más facilidad se va a presentar. Quiero decir con esto que si mi actitud es de profunda tristeza (que tengo derecho total a expresarla y pobre del que no encuentre el espacio y las personas para hacerlo) pero me recreo en ella hasta que me incapacita para reaccionar, me veré abocado en una agonía constante y me introduzco en una espiral en la que tengo difícil salida, además de que cualquier problema lo magnificaré, provocando asimismo una reacción de incapacidad que me hará pensar y verbalizar desde mi interior aquello de “no puedo”…”no sé…” , “la pena me lleva en brazos…”, “no aguanto más…”, etc., etc.
Dentro del proyecto de autoayuda y superación personal y su página web, referenciada al final del post, así como por nuestro interés constante de dar elementos válidos para la reflexión, comparto con vosotros estos datos que a continuación os dejo referente a una de las visiones para poder abordar de una manera adecuada la aparición de problemas en nuestro devenir vital y válido, según mi opinión, para cualquier ciclo evolutivo en el que nos encontremos.
Sé que las opiniones sobre la validez e idoneidad de estos sistemas pueden ser variadísimas, pero de eso se trata: de poder activarnos en la búsqueda de recursos que nos valgan a nosotros mismos en la consecución de nuestros objetivos deseados para vivir de una manera más tranquila, pacífica y eficaz, con nuestro yo interno y con lo que nos relacionamos. El tema está servido.
1. PRIMERA FASE: Definir claramente el problema.
2. SEGUNDA FASE: Búsqueda de opciones.
3. TERCERA FASE: Valorar las opciones y decidir.
4. CUARTA FASE: Aplicar la decisión y revisar los resultados.
PRIMERA FASE: Definir claramente el problema.
Para poder solucionar un problema primero hemos de saberlo definir de una forma clara y comprensible para todo el mundo. Cuanto mejor seas capaz de expresar y explicar lo que te ocurre, más acotado y comprendido podrás tener tu problema.
Las siguientes preguntas te ayudarán a este propósito de definir con claridad tu problema:
¿En qué consiste mi problema?
¿Quién tiene el problema? ¿yo sólo o le afecta a más gente?
¿Cuándo comenzó?
¿Cómo se manifiesta en mi vida?
¿De qué manera me afecta?
¿Cuánto me afecta?
¿Qué causas parece que tienen que ocurrir para que se desencadene?
¿A qué áreas de mi vida afecta?
Veamos un ejemplo:
Marta es una chica que hace estudios universitarios de farmacia, pero desde hace algún tiempo se cuestiona si es realmente la carrera universitaria adecuada para su vocación y capacidades. Veamos cómo puede definirse operativamente su problema al responder a las preguntas de arriba:
– ¿En qué consiste mi problema?
– No saber claramente cuál es mi vocación.
– ¿Quién tiene el problema? ¿yo sólo o le afecta a más gente?
– Pues yo, pero mis padres también están preocupados por este problema.
– ¿Cuándo comenzó?
– En el segundo curso de estudios y coincidiendo con varios suspensos en los exámenes finales.
– ¿Cómo se manifiesta en mi vida?
– Tengo serias dificultades a la hora de ponerme a estudiar, me desconcentro y no paro de pensar en cambiar de estudios.
– ¿De qué manera me afecta?
– Estoy desanimada, desilusionada y tengo momentos de estar triste y ansiosa.
– ¿Qué causas parece que tienen que ocurrir para que se desencadene?
– Cuando estoy en época de exámenes me siento peor, también cuando estoy con gente a la que le va bien en los estudios y tienen claro lo que quieren.
– ¿A qué áreas de mi vida afecta?
– Además de a mi rendimiento en los estudios, a las relaciones con la gente, ya que me encuentro desanimada y me apetece menos el relacionarme.
A partir de esta información podemos definir el problema de Marta de la siguiente manera:
«Tengo que decidir que hago con mis estudios universitarios. El estado actual es que la duda me genera desánimo, desconcentración y pierdo rendimiento en los estudios con lo que me siento más incapaz de continuar y esto además afecta a mis relaciones con los demás»
Como vemos la definición del problema debe exponer de la manera más exacta todos los componentes implicados en el problema. Si se reduce como suele ocurrir con frecuencia a dos opciones (en el caso de Marta, sigo o dejo de estudiar), se restringen las posibles soluciones y se toma una perspectiva demasiado extremista del problema que fuerza una solución entre «blanco o negro».
SEGUNDA FASE: Búsqueda de opciones.
En esta fase deberás hacer un listado exhaustivo de todas las ideas y posibilidades que se te ocurran para solucionar el problema. No elimines ninguna posibilidad de antemano ya tendrás tiempo en la siguiente fase de ir descartando todas aquellas que no te resulten viables.
Lo que si debes tener muy en cuenta a la hora de generar tus ideas es que éstas sean concretas y viables, y no abstractas y poco realizables. Por ejemplo, en el caso de Marta no es correcto poner como opción el «reflexionaré sobre ello», o «me iré a estudiar otra carrera a Inglaterra», la primera por abstracta y la segunda por inviable.
Para localizar nuevas alternativas estos consejos te pueden ser de ayuda:
1. IMAGINA como resolvería este problema una persona que tenga aquellas cualidades que a ti te gustan. También te lo puedes imaginar de ti mismo (¡la imaginación es libre y no tiene limites!) resolviendo ese dilema de manera satisfactoria. Para estos fines puedes ayudarte de las técnicas de imaginación descritas en la página de Aprende a Relajarte.
2. RECUERDA aquellas veces que has solucionado problemas parecidos de manera satisfactoria y aplica la fórmula empleada a esta situación.
3. COMBINA ideas de las alternativas que se te ocurran actualmente o del pasado.
Veamos en el ejemplo de Marta las alternativas que se le ocurren:
1. Esperar que termine el actual curso para dejar esta carrera y mientras tanto ir examinando nuevas posibilidades de estudio o trabajo.
2. Darme un periodo de tiempo hasta final del presente curso para esforzarme en mejorar.
3. Pedir asesoramiento a otras personas: psicólogo, profesores, familiares y compañeros.
4. Tomarme un tiempo de descanso antes de tomar una decisión.
5. Seguir en los estudios tal y como voy y simplemente continuar hasta donde llegue.
6. Opciones 2 + 3. Darme un periodo de tiempo hasta final de curso donde intento mejorar con ayuda profesional psicológica y asesoramiento de los profesores.
Cuantas más alternativas se generen más posibilidades se abren y más capacidad de acierto en la elección, ya que se tienen en cuentan todos los puntos medios que hay entre dos opciones extremas.
TERCERA FASE: Valorar las opciones y decidir.
Ahora deberás examinar cuidadosamente cada una de las alternativas generadas para poder decidir cuál es la que más te conviene. Para este fin deberás ir analizando una a una cada opción y evaluando los pros y contras que cada opción tiene. Todo esto lo deberás hacer por escrito para que tus ideas las puedas ordenar correctamente.
Veamos en el ejemplo de Marta su valoración de ventajas y desventajas de una de sus alternativas:
Alternativa 1: Esperar que termine el actual curso para dejar esta carrera y mientras tanto ir examinando nuevas posibilidades de estudio o trabajo.
VENTAJAS / DESVENTAJAS
1. No tengo que dejar ahora mismo el curso
2. Sigo con mi actividad normal de estudiante sin tener que quedarme sin hacer nada.
3. Aflojo el ritmo de estudio y me puedo sentir menos estresada.
4. Tengo más tiempo para hacer otras cosas.
5. Puedo investigar con tranquilidad nuevas opciones para mi futuro.
6. No me siento culpable de haber tomada una decisión equivocada hasta que lo tenga que hacer cuando termine el curso.
1. Es posible que al final ni estudie ni busque nuevas posibilidades.
2. El problema no se resuelve sino que queda pospuesto a fin de curso.
3. Es posible que me ponga más estresada si veo que asisto a clase pero mi rendimiento sea inferior.
4. Voy a tener la impresión que todos van hacia adelante en los estudios y yo voy para atrás.
Con este trabajo de analizar y escribir las ventajas y desventajas de cada alternativa, en la mayoría de los casos, te podrás clarificar bastante, pero si aún así no lo tienes claro puedes pasar a valorar numéricamente de 0 a 10 cada una de las ventajas y desventajas.
Veamos en el ejemplo anterior que valoración hace Marta de las ventajas y las desventajas:
Alternativa 1: Esperar que termine el actual curso para dejar esta carrera y mientras tanto ir examinando nuevas posibilidades de estudio o trabajo.
VENTAJAS DESVENTAJAS
1. No tengo que dejar ahora mismo el curso. 3
2. Sigo con mi actividad normal de estudiante sin tener que quedarme sin hacer nada. 3
3. Aflojo el ritmo de estudio y me puedo sentir menos estresada. 4
4. Tengo más tiempo para hacer otras cosas. 4
5. Puedo investigar con tranquilidad nuevas opciones para mi futuro. 7
6. No me siento culpable de haber tomada una decisión equivocada hasta que lo tenga que hacer cuando termine el curso. 2
1. Es posible que al final ni estudie ni busque nuevas posibilidades. 8
2. El problema no se resuelve sino que queda pospuesto a fin de curso. 9
3. Es posible que me ponga más estresada si veo que asisto a clase pero mi rendimiento sea inferior. 8
4. Voy a tener la impresión que todos van hacia adelante en los estudios y yo voy para atrás. 7
VALORACIÓN TOTAL DE LAS VENTAJAS = 23 VALORACIÓN DE LAS DESVENTAJAS = 32
PUNTUACIÓN TOTAL = 23 – 32 = -9
Como podrás comprobar en el ejemplo, Marta valoró mucho más a las desventajas, que a pesar de ser menos en número, su valoración era 9 puntos superior a la de las ventajas, por lo que quedaba claro que no era una alternativa positiva.
Cuando hagas estas valoraciones con todas las alternativas llegarás a un resultado final donde habrá una alternativa que tendrá mayor puntuación positiva o en su defecto, menor puntuación negativa. Esta es la alternativa que deberás elegir.
En el ejemplo de Marta, la alternativa con valoración numérica más positiva es la alternativa 6 (darme un periodo de tiempo hasta final de curso donde intento mejorar con ayuda profesional psicológica y asesoramiento de los profesores).
CUARTA FASE: Aplicar la solución y revisar los resultados.
Una vez tomada la decisión tenemos que hacerla práctica y operativa. Esto quiere decir que el simplemente tener claro cuál es la alternativa más adecuada no es suficiente, ya que una buena intención, un buen proyecto, con facilidad se queda malogrado en la medida que la persona no sabe ponerlo en práctica.
Para ponerla en práctica deberás hacer un plan por escrito donde anotes qué tienes que hacer, cómo lo vas a hacer, a quién te tienes que dirigir o quién te puede ayudar, cuándo lo vas a comenzar y cuánto te va a costar (en dinero o en esfuerzo). En definitiva, establecer un guión minucioso para llevar a cabo. Para este fin te pueden ser muy útiles las técnicas descritas en Afronta los Problemas y Desarrolla tu Asertividad.
Una vez puesta en práctica la decisión tomada habrás de revisar los resultados esperando un cierto tiempo dependiendo de las características más inmediatas o más distanciadas en el tiempo del problema. Si los resultados van siendo satisfactorios, alégrate y disfruta con ellos, has conseguido escoger un camino positivo ante el problema, si por el contrario los resultados no son satisfactorios habrás de revisar todo el esquema que has seguido hasta ahora pero en sentido inverso haciendo las siguientes preguntas para definir mejor donde has tenido el problema:
FASE PREGUNTAS
Fase 4: Aplicar la decisión • ¿Está bien aplicada la elección?
• ¿He hecho un buen plan de puesta en práctica?
• ¿Se han dado circunstancias ajenas que han dificultado la aplicación de la decisión?
Fase 3: Valorar las opciones y decidir. • ¿He tenido en cuenta todas las ventajas e inconvenientes?
• ¿He valorado de manera poco realista las opciones?
Fase 2: Búsqueda de opciones. • ¿He seleccionado todas las alternativas posibles?
• ¿He combinado mal algunas alternativas?
• ¿Debería haber combinado alternativas y no lo he hecho?
Fase 1: Definir claramente el problema. • ¿Hice una definición del problema diferente al problema real?
• ¿Realmente es un problema?
• ¿Quiero resolver de verdad este problema?
• ¿De alguna manera me gusta o interesa seguir teniendo este problema en mi vida?
Lo más importante en toda esta estrategia de solución de problemas es que aprendas este método, ya que no siempre se pueden solucionar los problemas que la vida nos trae, pero si podemos hacer que las consecuencias negativas de un problema sean menores, o que las consecuencias positivas de una buena elección sean más satisfactorias.
Utiliza este procedimiento todas las veces que te encuentres con la necesidad de tomar decisiones ya que con la práctica asidua podrás comprobar como cada vez te resulta más fácil y sencillo escoger el camino de menor riesgo en las situaciones de conflicto.
Datos extraídos de