Ahora que abundan los escritos por doquier, defendiendo la sanidad pública, o los empleos o la postura de algunos colectivos. Es tiempo de reflexionar y caminar juntos. Pero cual es mi sorpresa que el Sindicato al que me afilié, pues creía que defendía mis derechos me ataca, y encima difícilmente se representa por su incoherencia.
Desde el año 2007 me dedico a la Gestión Clinica en un centro andaluz, preciso en dos, pues salté profesionalmente de uno a otro hace un par de años. Son tiempos difíciles, he vivido en Gestión épocas más proclives y ésta de ahora declive. Pero ante todo soy médico, al igual que la gran mayoría de mis compañeros y compañeras Directores/as de Unidades de Gestión clínica, seguimos manteniendo una actividad asistencial importante, nos lo pide el cuerpo, es nuestra esencia, es por lo que luchamos desde chico, ser médicos.
Posiblemente nuestras cualidades profesionales nos ha llevado a ocupar estos cargos, muchas veces empujado por la desidia de compañeros a los que le presuponíamos igual o mejor capacitados que nosotros. Pero en definitiva, somos médicos que ocupamos puestos básicos de gestión….y ahora es bueno recordarlo. Es por lo que luchábamos en los años 80, para evitar la mirada economicista de gerentes puramente «económicos». Creo recordar que luchábamos porque se tomara en cuenta nuestra opinión en las decisiones que afectaban a nuestros pacientes.
En estos años que llevo de gestor básico, he aprendido muchas cosas y he desaprendido más. Pero la Gestión clínica nos ha facilitado un modo de trabajo en el que nuestra opinión sobre las medidas a tomar sobre nuestros pacientes, eran y son escuchadas. Acepto que hay aspectos a mejorar en la Gestión Clínica, pero no podemos tirar por la borda aquello que ha funcionado. Pero sobre la nueva Gestión Clínica hablaré en otro post.
El compromiso de todos los profesionales en la Gestión Clínica en Andalucía ha sido indudable. Se implantó el modelo de prescripción por principio activo, se hizo un uso racional de pruebas complementarias (volviendo más a la exploración clínica hecha por personas a personas), se apostó por un uso racional de prestaciones complementarias, se impuso la evidencia sobre «el a mí me va bien», se nos escuchó a la hora de organizar el trabajo aunque ello implicara romper las tradicionales barreras de los Servicios Clínicos. Y recientemente se nos pidió un esfuerzo de colaboración que permitiera ahorrar, en un paquete de medidas de eficiencia clínica. Sin embargo todo este esfuerzo, parece que ha quedado recompensado con recortes salariales y de las condiciones laborales de los profesionales. Es normal la situación de desasosiego generalizado en todos los profesionales.
Y que pasa con los Directores de UGC, hemos sido criminalizados desde distintos niveles, puestos en el ojo del huracán solo por hacer nuestra labor. Nuestra labor es buscar el equilibrio entre las demandas de los profesionales y las expectativas de la «empresa». La mayoría nos podemos sentir aislados en esta difícil búsqueda del equilibrio, sin más apoyo que el de otro director. Pero nunca como hasta ahora, habíamos sido puestos en el punto de mira. Y mira por donde el principal culpable ha sido el sindicato médico. Sí, ese que defiende a los médicos, pues al parecer aunque dedique un 85% de mi horario a actividad asistencial y un 15% a gestión (al igual que la inmensa mayoría de mis compañeros) ya no soy médico.
Esta son las propuestas de mi sindicato:
Cómo es lógico estoy en contra de los recortes salariales, pero creo que no soy nadie para pedir que lo que no me quiten a mí se lo quiten a otro profesional que trabaja en la Escuela Andaluza de Salud Publica, en Iavante o a mi tutor de la Agencia de Calidad. Creo que no consiste en decirle a nadie de donde puede recortar, cada uno debe conocer sus finanzas y saber su remedio, en caso contrario que busque consejo a expertos.
Pero lo que no me entra en la cabeza es que el sindicato que representa a los médicos, y a casi la totalidad de los Directores de Unidad (pues son médicos) pida la desaparición de cargos intermedios. Aquí hay una salvedad con propuestas anteriores, antes se enfocaba mucho a los Directores de la Gestión Clínica, ahora son todos Directores o Jefes Clínicos, Supervisores, etc….ya no solo los de la «Gestión clínica»
Se nos pone en el ojo de huracán por que tenemos una Productividad desmesurada….el doble a la de un médico normal (nosotros no decidimos la cuantía de esa productividad). Sin embargo, creo que la labor que realizamos liderando a un grupo a la consecución del 90% objetivos, está mas justificada que la consecución del 100% de la productividad de un liberado sindical. Tal es así que los Directores de UGC que consiguen un 60% de los objetivos, cobran menos productividad que un liberado sindical médico(100%).
Supongo que cuando piden una desaparición, lo que piden es una reducción del número, pero como el término empleado es desaparición, hago este post alegato. Esto que he escrito aquí antes se lo he comentado a mis representantes sindicales que me pidieron que no lo interpretara mal, ni como un ataque a los directores……pero a los dos días el mismo sindicato repartió una noticia de un periódico fotocopiada a modo de panfleto con nuestra supuesta productividad subrayada en amarillo «chillón». Y digo que mienten por que mienten a sabiendas, pues el tope máximo de productividad de los Directores de UGC (ese 100% que nosotros no alcanzamos ni en sueños, y que otros liberados de la penosa tarea de trabajar si alacanzan) está público en la web del SAS.
Somos el grupo de Directores de UGC, los primeros de mostramos nuestro desacuerdo con objetivos que poco sirven para la gestión diaria, pero el equilibrio es básico para el entendimiento.
Todo lo escrito lo digo siendo interino, sufriré el recorte del 15% de mi horario y salario, pero no en mi dedicación como médico ni como gestor. Esa dedicación seguirá siendo full time ¿algún médico o algún gestor de campo de batalla va a reducir su grado de implicación con la ciudadanía?