Hoy cuando he ido a la busca y captura de un video relacionado al entrenamiento y con lo que quiero contar, me he encontrado con …
Es posible que un principio no se entienda la relación del mismo con mis posteriores palabras sin embargo al final tal vez encuentre el sentido al mismo.
Voy a salirme de lo políticamente correcto y sé que tendré opiniones enfrentadas, sin embargo precisamente esto es lo que hace que no todos nademos a favor de la corriente.
Esta semana pude leer una buena reflexión en la que me siento en parte identificada y que no anda muy lejos de mi opinión personal; que la aportaba Rubén Turienzo y donde se desmarcaba literalmente del nombre Coach ante Influencia Social, y donde describía literalmente:
“Influencia Social es la capacidad de desarrollar una estrategia personal eficaz para conseguir una proyección adecuada y convertirnos en la opción preferente.
Se diferencia del coaching en que hay fases en las que sí se asesora al cliente y se le dan herramientas concretas para su uso posterior.
Se diferencia del branding en que aquí no sólo nos centramos en los valores, imagen y actos, también se desarrolla la capacidad comunicativa basada en la persuasión y el uso y creación de redes sociales para potenciar nuestro objetivo.
Por eso no es coaching, por eso no es branding… es Influencia Social”
He de ser sincera y después de casi nueve años relacionada con el «coaching», siento como se desvirtúa de una forma exponencial, esta técnica, disciplina o quién sabe qué, pues todavía no he visto una unión de criterios ante algo tan concreto como es hacer que una persona mejore en aquello que siente que necesita un cambio o simplemente busca crecer como persona.
Hace menos de un mes, coincidí en un Iniciador con Andrés Pérez, Marca Propia y este tema lingüístico salió a relucir. Francamente no me siento identificada con el nombre y posicionar una marca, que no va asociado a tus valores es algo complicado.
Tengo claro qué es lo que aporto a mis clientes, conozco el motivo por el cual me referencian. Me dedico a “Hacer crecer a las personas” y éstas contactan conmigo para encontrar respuestas a temas muy diversos como:
Tengo distorsión en la comunicación: necesito y busco claridad, en la opción o medida que propongo, en la exposición del mensaje, en el lenguaje utilizado, en el compromiso que representa hablar alto y claro.
Siento ausencia de coherencia, quiero un afianzamiento respecto a las posiciones que he defendido en el pasado, respecto al ideario general, respecto a los retos que la realidad social me impone.
Me encuentro con falta de confianza, busco saber ejecutar y tener la valentía y compromiso en relación a las propuestas realizadas, una vez conseguido el poder de ejecutarlas, sin golpes de efecto, ni renuncias encubiertas, ni alianzas difíciles de defender.
Y si observamos al final todos y cada uno de ellos van asociados a la parte más íntima de la persona y pasa inevitablemente por el autoconocimiento.
Entonces en un momento de introspección a mi también me llegan dudas y me pregunto que nombre le pongo a todo esto……y al final termino, con un sentido a lo que hago y sin una palabra que lo concrete y esto sinceramente en términos de marketing es difícil de vender aunque sencillo de vivir.
Existen muchos términos para describir lo que hacemos, y muchas formas para darlo a conocer, sin embargo en ocasiones encontrar un entrenamiento eficaz y eficiente, bueno, firme, serio o «disciplinado» dista mucho de lo que a veces suele ser la realidad. Como en el video…
Evaluar implica juzgar
Entrenar implica ayudar a mejorar
Dos relaciones muy diferentes
Hoy me he decantado por juzgar…
Fuente: Coaching Politico